La nómina de las pensiones se disparó un 10,7% en el mes que está a punto de concluir, con una cifra récord de 11.974,3 millones de euros destinadas al abono de las prestaciones a principio de mes. Un porcentaje de crecimiento en el gasto que, cuando se conoció, llevó de nuevo la inquietud por si supone un riesgo a la sostenibilidad del sistema público. No obstante, el ministro José Luis Escrivá atribuye la subida a la revalorización que dicta el IPC y subraya, por contra, que también se está produciendo un aumento en los ingresos por el alza de las cotizaciones sociales tras la aprobación de los últimos cambios en marzo.

Según el avance estadístico, tras la subida de las pensiones con el IPC aplicada desde principios de año, la pensión media de jubilación en el Estado aumentó en mayo un 9,6% interanual, hasta los 1.375,2 euros mensuales. En Euskadi, esa cantidad se elevó hasta los 1.683,4 euros, con el siguiente reparto por Territorios: 1.715,76 en Bizkaia, 1.698,49 en Araba y 1.629,93 en Gipuzkoa. Es la más alta del Estado, seguida de los importes que se perciben en Asturias y Madrid. La pensión media, que incluye los distintos supuestos (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares) alcanza en la CAV los 1.480,56 euros, un 9,6% más que en el mismo mes del año pasado. En la Comunidad Foral de Navarra, por su parte, la pensión media de jubilación ha sido en mayo de 1.547,36 euros (cuarta comunidad con mejor pensión), en tanto que la prestación media general ha sido de 1371,37. 

El gasto en pensiones superó por primera vez en la historia los 11.000 millones de euros el pasado mes de enero y ya se acerca a los 12.000 millones. Ello se debe a que, en aplicación de la reforma de pensiones, éstas han subido para 2023 un 8,5%, como resultado de la inflación media del periodo que fue de diciembre de 2021 a noviembre de 2022.

El Ministerio estima que el gasto en pensiones se situó en el 11,7% del PIB en los últimos doce meses, el mismo porcentaje que en 2022, pero inferior al de 2020 (12,4% del PIB), año condicionado por el impacto de la pandemia sobre el PIB, y también al de 2021 (12,1% del PIB).

El titular del departamento, José Luis Escrivá, remarcó que el aumento en la nómina se debe a su vinculación por norma a la subida del IPC. “Los gastos crecen porque estamos revalorizando las pensiones con el Índice de Precios al Consumo”, señaló Escrivá, que puso también énfasis ante los periodistas en recordar que el incremento del gasto en pensiones va acompañado con un aumento de los ingresos de la Seguridad Social, “que están creciendo incluso más”. Este incremento de los ingresos se debe, según el ministro, a la reforma laboral aprobada por el Gobierno, el crecimiento del empleo y la subida que han experimentado los salarios. En 2017, el déficit de las arcas de la Seguridad Social era del 1,7 % del PIB, destacó Escrivá, mientras que ahora se sitúa en el 0,5 % “y va a seguir reduciéndose”. En el Programa de Estabilidad enviado a la Comisión Europea se prevé el equilibrio presupuestario del sistema “en los próximos años”.