El cooperativismo es un modelo empresarial que en líneas generales soporta mejor que otros las crisis o los momentos de incertidumbre como el actual, pero también necesita el respaldo de la Administración Pública. El Gobierno Vasco aprobará hoy martes un decreto de ayudas directas a la economía social de cinco millones de euros, que sumado a otras partidas aprobadas este año, duplicará el presupuesto inicial destinado a apoyar a este tipo de compañías. El motivo del lanzamiento de esta partida adicional no es otro que paliar los efectos de la guerra en el tejido cooperativista vasco.

Según informó ayer el Departamento que dirige, la vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, elevará esta mañana al Consejo de Gobierno una orden adicional de soporte para que cooperativas, sociedades laborales, centros especiales de empleo y empresas de inserción compensen los perjuicios ocasionados por la invasión de Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia.

Además, llevará otras tres órdenes por 1,3 millones más para reforzar el emprendimiento social y consolidar las estructuras asociativas de las empresas y entidades. Estas ayudas elevarán el total de apoyo a la economía social en 2022 a 15 millones de euros, el doble de lo presupuestado para el ejercicio.

La exposición directa de Euskadi a la economía rusa y ucraniana no es elevada. Sin embargo, las empresas vascas y entre ellas las cooperativas tienen una gran proyección exterior y la invasión está marcando el paso de la actividad en los principales destinos de las exportaciones vascas.

impacto directo en Euskadi

A ello hay que sumar la escalada de los precios de la energía y las materias primas, que sí afecta directamente y mucho al tejido productivo vasco. Hay motivos para tejer una red de asistencia que facilite la viabilidad de las sociedades ligada a la economía de empleo. De ahí que Lakua haya aumentado de forma notable sus presupuestos destinados a tal fin.

Según destacó ayer la consejería de Trabajo y Empleo, la suma de los programas supone el “mayor apoyo público a la economía social” desde el Gobierno vasco. Todo ello desde un punto de partida ya de por sí dinámico, ya que en los presupuestos de este curso –elaborados antes de la invasión de Ucrania– las diferentes líneas se había incrementado ya en un 29% hasta alcanzar los 7.652.000 euros.

A esa cantidad se suman otros siete millones de euros extraordinarios, que fue el compromiso adquirido por la vicelehendakari en la reunión celebrada con las diferentes familias de la economía social el pasado mes de marzo, días después de la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso, y atendiendo las sugerencias de estas empresas.

Este apoyo, además de económico, se refleja también en el respaldo al modelo cooperativo vasco que la responsable de Trabajo y Empleo llevó al Congreso Internacional de Seúl, y a la aprobación del Primer Plan Interdepartamental de Economía Social, que ha contado con la aportación de los grupos parlamentarios. Ese apoyo estructural se refuerza con el apoyo a las dificultades específicas derivadas de la actual situación económica.

En Euskadi hay, según datos de cierre de 2021 de Konfekoop, 1.350 cooperativas, que tienen más de 1.443.000 socios y 57.000 empleos. Juntas suman una facturación anual de 11.100 millones de euros.

La economía social está en constante crecimiento en Euskadi y nacen más de 100 cooperativas cada año. Todos estos números hacen que sea un sector estratégico para la economía vasca. De hecho, Konfekoop es una de las principales voces del cooperativismo estatal cuando acude a foros internacionales, sobre todo en el ámbito industrial.