El clúster vasco de medio ambiente, Aclima, ha celebrado esta mañana en el Palacio Europa de Gasteiz su asamblea anual ofreciendo datos esperanzadores para el sector, con una tendencia positiva que se ha consolidado en el último trimestre de 2021, según ha explicado en rueda de prensa el presidente de Aclima, Xabier Caño. Una facturación que superó en 2021 los 2.153 millones de euros y un crecimiento de empleo del 4% –hasta los 5.724 puestos de trabajo– alientan las buenas perspectivas del sector que, no obstante, también advierte en el horizonte algunas amenazas, como la baja ejecución de los fondos Next Generation, el contexto geopolítico con la crisis energética y de materias primas influyendo en el panorama o las dificultades sociales y políticas que rodean el desarrollo de algunas infraestructuras verdes necesarias para impulsar la economía circular. 

Los socios de Aclima en 2021

  • 116 socios, de los que 86 son empresas. 16 son alavesas (14% del total).
  • Facturación: superó los 2.153 millones de euros.
  • Empleo: creció un 4% hasta los 5.724 puestos de trabajo.
  • Inversión en I+D+i: 228 millones de euros, un 15% más.

Según han explicado el propio Caño y la directora general de Aclima, Olga Martín, de los 77.000 millones de euros de fondos europeos que el Estado prevé recibir, un 37% debería destinarse a proyectos de impacto ambiental positivo. De los 24.000 millones que han llegado hasta ahora al Estado, se han ejecutado solo el 10%, lo que supone un motivo de inquietud para el clúster. “De ahí la preocupación por la implementación de este tipo de políticas, porque son parte de la clave de bóveda para desarrollar proyectos que tienen que ver con la economía circular o la lucha contra el cambio climático”, ha subrayado Caño.

Olga Martín ha especificado que los proyectos financiados con estos fondos “se supone que tienen que estar implementados en 2025”, subrayando que dentro del clúster, solo relacionados con la economía circular hay 55 proyectos que se podrían desarrollar en Euskadi, que supondrían unos 300 millones de euros de inversión y unos 400 empleos directos.

Por otra parte, también la situación creada en el ámbito energético y de las materias primas, ha explicado el presidente de Aclima, ha fomentado “un debate abierto la defensa de la transición ecológica y energética y la autosuficiencia energética y la dependencia energética de terceros”, contexto en el que algunos países han comenzado a apostar por reabrir centrales térmicas de carbón, caso de Alemania. 

En cualquier caso, Caño y Martín han recordado que, además de una apuesta por la sostenibilidad del planeta, la transición verde es también una apuesta por nuevas oportunidades y modelos de negocio y también de empleo.

Reconocimiento a Gasteiz

La asamblea de Aclima se ha reunido en Vitoria para conmemorar el décimo aniversario de la elección de Gasteiz como Green Capital y reconocer su papel “tractor y pionero” en el desarrollo de políticas sostenibles en la ciudad. Aclima reúne actualmente a 116 socios, de los que 86 son empresas. De ellas, 16 son alavesas (14%); Bizkaia es el territorio con más representación con algo más del 58% de miembros del clúster, seguida por Gipuzkoa, con el 24%. El resto es de fuera de la CAV.

Nueva Junta

La Asamblea de Aclima ha refrendado a la nueva Junta, que seguirá presidida por Xabier Caño (Agaleus). Asier Ochoa de Eribe (Cementos Rezola) será el vicepresidente; Rafael Sagarduy (IDOM), el secretario general, y Aitor Ulibarri (GMSM), el tesorero.

“Estamos en un momento de crecimiento, consolidación y adaptación del sector”, ha explicado Caño. Una buena tendencia basada “en un contexto favorable en el mercado que se ha creado a raíz del Green Deal de la UE con los fondos Next Generation”, así como en “la creciente preocupación por diferentes aspectos de la sostenibilidad como la economía circular o el cambio climático o en la aprobación de nueva normativa tanto a nivel europeo como en Euskadi, caso del nuevo marco para la gestión de residuos”.

En este sentido, han destacado que el sector medioambiental vasco se ha convertido en una pieza clave para la transición hacia una nueva economía vasca más sostenible: “Buena prueba de ello es el importante aumento de la inversión en I+D+i en todo el sector, que se han incrementado un 15% en 2021 hasta superar los 228 millones de euros”. “Estamos ayudando de una manera decidida a que todo el tejido productivo de Euskadi sea más sostenible”, han concluido.