Esta mañana se ha celebrado una nueva reunión en el proceso negociador del convenio de la planta de Mercedes-Benz en Vitoria, la número 35. Y, de momento, será la última hasta que se decida reactivar la agenda de reuniones. Al contrario de lo que ha venido siendo habitual, en el encuentro no se fijó fecha para próximas citas, todo ello a la espera de que el próximo miércoles 22 se desarrolle la doble convocatoria de huelga que dará el pistoletazo de salida a dos calendarios de movilizaciones paralelos que, de momento, se prolongan hasta el 1 de julio.

En la reunión de esta mañana, según explicó UGT, el propio director de la planta, Emilio Titos, se dirigió al comité haciendo referencia a “la falta de acuerdo y la consiguiente preocupación en Alemania”. Titos ya dejó un mensaje alusivo a esta cuestión el martes, en la firma del Memorándum de Entendimiento con el Gobierno Vasco y la Diputación alavesa: “Necesitamos certezas en cuanto a cómo vamos a gestionar nuestra fábrica y necesitamos un convenio que nos acompañe”. Un mensaje que tiene como telón de fondo el anuncio que la multinacional alemana de sus planes para invertir 1.200 millones de euros en la fábrica de Vitoria, inversión orientada a la adaptación y ampliación de las instalaciones para acoger nuevos modelos eléctricos. 

En cualquier caso, según las mismas fuentes, la reunión no ofreció avances en relación al convenio. La flexibilidad fue, al parecer, tema principal del encuentro. El jueves se confirmó que la planta trabajará con normalidad la próxima semana en los tres turnos y, además, la activación del sábado 25 junio. 

La gestión de la flexibilidad, como consecuencia de los problemas en la cadena de suministros –fundamentalmente de microchips– ha venido tensionando la relación entre dirección y comité. Según UGT, el director de la factoría trasladó “la voluntad por parte de la dirección de la compañía de planificar mejor la flexibilidad, herramienta que genera empleo y riqueza”.

No a ampliar la flexilibilidad, no a la sexta noche es precisamente el lema de la jornada de huelga convocada en la planta para el próximo miércoles por ELA, LAB y ESK. Una convocatoria que correrá en paralelo a la convocada por UGT y CCOO que, por su parte, llama “sin siglas” a movilizarse para demandar avances en la negociación del convenio. UGT y CCOO llaman a una manifestación el miércoles 22 por la mañana en torno a la factoría y a una concentración por la tarde, frente a la sede de SEA.

Y es que la división sindical del comité se ha he hecho evidente con el planteamiento de dos calendarios de movilizaciones. CCOO y UGT avanzaron su propia hoja de ruta a finales de mayo, cuando presentaron su última propuesta conjunta de negociación. Aunque suspendieron la primera concentración prevista para el viernes día 10, este pasado miércoles sí celebraron la segunda y su propuesta de movilizaciones se completará con dos jornadas de huelga los días 22 y 29 de junio, a los que habría que sumar otros tres días en julio.

Por su parte, ELA, LAB y ESK han convocado el día de paro del miércoles 22, junto a las cinco jornadas de huelga de la última semana del mes, del 27 de junio al 1 de julio.