Mientras sube la intensidad del foco institucional y económico-empresarial sobre la inversión de 1.200 millones planteada por Mercedes-Benz para adaptar y ampliar la planta de Vitoria a la fabricación de nuevos modelos eléctricos, la negociación del convenio de la factoría parece enredarse más. Tras las dos reuniones celebradas esta semana y a la espera de un nuevo encuentro mañana, la distancia entre dirección y parte social parece más grande que nunca en un proceso negociador en el que han entrado ya de lleno las movilizaciones.

UGT y CCOO celebraron este miércoles una hora de paro y si el viernes no hay avances, ya anticipan dos jornadas de huelga los días 22 y 29 de junio. Una medida que también ha planteado el otro eje del comité, el formado por ELA, LAB y ESK, que una asamblea abierta celebrada ayer propusieron la convocatoria de cinco días de huelga a finales de junio.

El presidente del comité de empresa, Igor Guevara (ELA), avanzó ayer que trasladarán también esta propuesta de huelga a UGT y CCOO, a pesar de la división entre ellos. Guevara explicó que en la asamblea de trabajadores de la mañana se secundó de manera casi unánime ir a la huelga, aunque la decisión definitiva de convocarla estaba pendiente de conocer la opinión de los asistentes a la asamblea de la tarde. Esta situación se podría desbloquear, reconoció, si mañana hay avances en la reunión negociadora del convenio.

Por su parte, UGT y CCOO ya anunciaron a finales de mayo convocar 5 días de huelga entre junio y julio si no se avanzaba en la negociación del nuevo convenio. Los dos primeros paros de 24 horas están ya comunicados a las autoridades para los días 22 y 29 de junio.

Estos dos sindicatos convocaron una hora de paro en el turno de mañana y otra en el de la tarde y, según indicó el portavoz de UGT en el comité, Iñaki Andrés, la protesta fue secundada por unos 500 trabajadores. Andrés se mostró dispuesto a hablar con el resto de los sindicatos para unificar las convocatorias de huelga en el caso de que la dirección “no mueva ficha” mañana y dé un giro completo a la negociación.

Las conversaciones en torno al convenio se desarrollan actualmente en medio de la “presión” que los sindicatos han denunciado, después de que la dirección de la multinacional anunciara la posibilidad de realizar la inversión en la planta de Vitoria de 1.200 millones de euros. Precisamente, Gobierno Vasco y Diputación de Álava firmaron el martes con Mercedes Benz un Memorando de Entendimiento y se comprometieron a colaborar para fortalecer el tejido productivo local relacionado con la transformación eléctrica y digital de la producción de la empresa y para formar a sus trabajadores en nuevas tecnologías. En este acto, el director de la planta de Mercedes de Vitoria, Emilio Titos, evitó vincular esa inversión la renovación del convenio, si bien advirtió: “Necesitamos certezas en cuanto a cómo vamos a gestionar nuestra fábrica y necesitamos un convenio que nos acompañe”.