- Los sindicatos ELA, LAB, ESK, STEILAS, Etxalde e Hiru se manifestaron ayer, Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, para denunciar que la precariedad mata y enferma a los trabajadores en Euskadi mientras las instituciones miran hacia otro lado ante los incumplimientos en materia de seguridad laboral de empresas y patronales.

Bajo el lema Prekaritatea hiltzailea, lan istripu gehiagorik ez!-¡Precariedad asesina. No más accidentes laborales!, los seis sindicatos llevaron a cabo sendas manifestaciones en Bilbao e Iruñea para denunciar que, una vez más, la precariedad sigue matando y enfermando a los y las trabajadoras.

En Bilbao, al término de la marcha, que concluyó ante la sede del Gobierno Vasco, donde realizaron un acto en homenaje a los fallecidos en accidente de trabajo a lo largo de 2021 y llevado a cabo una ofrenda floral en recuerdo de los trabajadores y trabajadoras fallecidas durante el pasado año, 48 en Euskadi y 20 en Navarra.

Tras remarcar que en lo que va de 2022, ya han fallecido 17 trabajadores en el País Vasco y 3 en Navarra, las responsables de Salud Laboral de los sindicatos ELA, Leire Heredia, y LAB, Luli Eraso, hicieron una valoración de la jornada y de la situación en materia de salud laboral. En este sentido, Heredia recordó que, pese al descenso de la actividad laboral por los recortes y la pandemia, la siniestralidad laboral ha seguido aumentando de forma alarmante durante 2021, cuando se registró un aumento en los accidentes laborales mortales del 10,2% en Euskadi y del 16,7% en Navarra. En esta línea, Heredia reclamó “cambios en las políticas de prevención y mayor inversión en tecnología y recursos humanos para controlar a las empresas, y hacer “que cumplan y garantizar que aplican la legislación laboral en materia de seguridad en centros de trabajo y empresas”.

Por su parte, Luli Eraso, de LAB, denunció que el responsable de esta situación en materia de siniestralidad laboral “es la patronal” porque, a su juicio, en las empresas “no se hace prevención real y se anteponen los intereses económicos a la salud y la vida de los trabajadores”. Además, mientras se suceden estos incumplimientos “las instituciones miran hacia otro lado”.