- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) y la Comisión Europea presentaron ayer una guía con nueve acciones que persiguen el objetivo de reducir el consumo energético de los hogares, que se podrían ahorrar 450 euros anuales de media al tiempo que contribuyen a reducir las emisiones, avanzar en la transición verde y ayudar a desprenderse de los combustibles fósiles de Rusia.
En el documento se recogen nueve medidas que ahorrarían unos 220 millones de barriles de petróleo al año y alrededor de 17.000 millones de metros cúbicos de gas, suficiente para calentar casi 20 millones de hogares, según los cálculos de los dos organismos. Las recetas de la AIE y de Bruselas son las siguientes:
La primera aboga por bajar la calefacción y usar menos los sistemas de aire acondicionado. Reducir un grado el termostato en el hogar podría ahorrar un 7% de la energía y reduce en más de 70 euros la factura anual, mientras que subir un grado la temperatura del aire acondicionado recorta un 10% el consumo de electricidad y supone un ahorro de 20 euros al año.
La segunda receta propone ajustar la temperatura de las calderas de muchos hogares, que a menudo ofrecen a los consumidores la posibilidad de cambiar la configuración por defecto para aumentar su eficiencia y ahorra hasta un 8% de la energía necesaria. Esta medida supondría un abaratamiento de unos 100 euros al año.
La guía anima también a impulsar el teletrabajo, puesto que “cada vez que se trabaja desde casa, se ahorra dinero y se evita el consumo de combustibles”. Trabajar en casa tres días a la semana ayudaría a reducir la factura de los hogares en unos 35 euros al mes incluso teniendo en cuenta el mayor consumo energético en el hogar.
La cuarta propuesta del texto sugiere coordinar viajes diarios con familiares, amigos o vecinos para ahorrar el dinero y el combustible que supone hacer todos esos desplazamientos de manera individual. Esto, unido a tener el aire acondicionado del coche tres grados por encima de lo normal del verano, supondría un ahorro de unos 100 euros al año en cada hogar.
Por otro lado, la AIE y la Comisión Europea señalan que conducir “demasiado rápido” es ineficiente tanto para el motor del coche como para el consumo de combustibles, por lo que abogan por reducir la media de crucero en autopistas en 10 kilómetros por hora, con un ahorro en la factura anual de 60 euros.
Otra idea es promocionar los domingos sin coche en las ciudades, como incluye uno de los compromisos en el marco de la Semana Europea de la Movilidad del pasado año, al que se registraron 3.000 ciudades y municipios. En las ciudades grandes, no utilizar el coche los domingos ahorraría unos 100 euros al año.
En la misma línea, la guía sugiere sustituir los desplazamientos cortos en coche por paseos o el uso de la bicicleta, dos opciones que además de reducir la contaminación y el tráfico urbano, suponen una mejora para la salud de los ciudadanos y un ahorro de 55 euros por hogar al año.
Una propuesta más es aprovechar el transporte público, en especial las horas que no son punta para “dispersar” en el tiempo a aquellos trabajadores que tienen horas de trabajo flexibles y evitar así congestiones. Las autoridades públicas, dice la guía, pueden jugar un “papel importante” a través de inventivos temporales, tarifas reducidas y sistemas de metro o metro ligero.
Por último, ambos organismos llaman a desplazarse en tren y no en avión cuando sea práctico y asequible y animan a las empresas a organizar viajes en este medio de transporte para sus empleados o incluso a utilizar videoconferencias en lugar de reuniones en persona. Los trenes nocturnos, añade el texto, pueden ser una opción para distancias largas.