El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha vaticinado que la inflación será "más significativa en la primera mitad del año" pero que habrá "una moderación en la segunda, a medida que se restablezca la normalidad en el suministro".

Así se ha pronunciado Azpiazu en el pleno de control que hoy celebra el Parlamento Vasco en respuesta a una pregunta planteada por la representante del PNV Itxaso Berrojalbil sobre la rebaja en las previsiones de crecimiento del PIB debido a la guerra en Ucrania y su afección a los presupuestos.

El Gobierno vasco ha rebajado su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para este año y del 6,7 % estimado inicialmente por el Ejecutivo se pasa ahora al 4,5 %, es decir 2,2 puntos menos.

El consejero ha afirmado que "parte de esa revisión a la baja es previa al inicio de la guerra" y que la falta de suministros ya había llevado a Alemania -"país con el que Euskadi mantiene una importante relación comercial"- a hacer una "llamativa" rebaja de 8 décimas en su previsión de crecimiento.

"Por tanto, aunque no se hubiese producido el enfrentamiento bélico, una corrección a la baja era inevitable, si bien el escenario de conflicto en Ucrania la ha acentuado", ha constatado Azpiazu.

Ha explicado que estas consideraciones se refieren al PIB real, que no tiene en cuenta la inflación, y que la subida "rápida" de los precios "es una de las características de la coyuntura actual". Primero se encareció la energía y después otras materias primas.

"La guerra y los problemas de abastecimiento los han disparado aún más", ha continuado Azpiazu, que espera que "en principio" la inflación sea "más significativa" en el primer semestre de este año, pero se modere en el segundo según "se restablezca la normalidad en el suministro".

El consejero cree que esta nueva crisis no impedirá ejecutar los presupuestos de este año. Ha anunciado además que la agencia Standard & Poors ha mejorado la calificación de Euskadi al elevarla a "AA-" con perspectiva estable, "dos escalones por encima del Estado", gracias a la "calidad crediticia" de la comunidad autónoma y a su "resistencia en un escenario de estrés".

"Euskadi, según esta agencia, sigue contando con una liquidez excepcional y disfrutando de un fuerte acceso a la financiación externa" y presenta "indicadores socioeconómicos más sólidos que la media estatal", se ha felicitado Azpiazu.

A través de una nota, su Departamento ha precisado que en su informe Standard & Poors indica que Euskadi superó las expectativas presupuestarias en 2021 gracias a una mayor recuperación económica tras la pandemia y que gracias a ese superávit "aumentó aún más su colchón de liquidez".

"La gestión del País Vasco es fuerte y capaz de volver a los presupuestos equilibrados en 2023, resaltando la capacidad de hacer uso de los fondos de la UE de manera oportuna", señala el citado informe.

La agencia reconoce que la guerra podrá "obstaculizar un poco" el cumplimiento de las previsiones aunque "es demasiado pronto para evaluar el impacto en las cuentas" regionales. "La exposición de Euskadi a la actividad rusa es limitada, aunque podría verse afectada por la mayor inflación y el aumento de los precios de la energía", advierte.