- Preocupación máxima en el mundo empresarial ante la guerra de Ucrania y los efectos que tendrá el repunte de los precios energéticos en la recuperación económica. Llueve sobre mojado porque la huella de la pandemia sigue notándose en el tejido productivo y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, pidió ayer por ello al Gobierno español medidas que “protejan” a las compañías que van a “sufrir” por la ofensiva bélica a las puertas de Europa.

En esa tesitura no solo están las empresas que tienen lazos con las economías rusa y ucraniana. La ola de encarecimiento del gas y el petróleo que se avecina sobrecalentará a su vez el precio de la luz, que ya era un lastre para la actividad productiva. De modo, que el impacto será generalizado y Garamendi pidió a Madrid que actúe lo antes posible.

El presidente de la patronal participó en una conferencia celebrada en el Club Marítimo del Abra, uno de los símbolos históricos del desarrollo financiero e industrial de Euskadi, en el mismo corazón de Neguri, en Getxo. La audiencia estaba compuesta por directivos y capitanes de empresa que compartieron la inquietud.

La Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) había organizado el encuentro para conocer la opinión de Garamendi sobre los fondos Next europeos y las transiciones digitales y energéticas, entre otras cuestiones. La guerra llevó la cita a otro territorio y el presidente de la CEOE no ocultó su preocupación.

Primero lamentó “la escalada bélica tremenda” de los últimos días y cómo está afectando a la población del país invadido. Además explicó que el jueves participó como vicepresidente de los empresarios europeos en una reunión en el que se expresó “de manera contundente un mensaje por la libertad y la democracia”. También exigieron a Europa y a Estados Unidos “un liderazgo” ante el desafío de Moscú y medidas económicas contra Rusia.

Ya dentro de su ámbito de actuación, Garamendi pronosticó que esta crisis bélica agravará el problemas de los precios de la energía. Por ello, la CEOE pedirá oficialmente la próxima semana al Gobierno de Pedro Sánchez que proteja a la industria, y especialmente a la que depende del gas.

El presidente de los empresarios cargó asimismo contra la estrategia energética del Ejecutivo español, basada en “planteamientos electoralistas”, por su renuncia al carbón o la energía nuclear. Algo que, añadió, no ocurre en otros países europeos y afecta a la competitividad de las empresas del Estado. “Hay que ser realistas. Nos guste o no, hay una competencia brutal en otros países”, remachó.

También aprovechó para mandar un mensaje a los sindicatos, a los que pidió “responsabilidad en la moderación” de los salarios ante la escalada inflacionista que se avecina. Así les emplazó a evitar incrementos “desproporcionados” de los sueldos porque “haríamos un flaco favor a la sociedad, a la economía y al empleo”.

Del mismo modo, incidió en los efectos que puede tener el conflicto de Ucrania en la salida de la crisis del covid. Garamendi advirtió de que la economia “lleva varios años dopada por Europa” a causa del programa de compra de deuda por parte del BCE, pero que “la fiesta se va a acabar”. Por ello invitó a agentes sociales y políticos a “ser conscientes de que todo ese dinero habrá que devolverlo”.

En esa línea, censuró que “hay gente que está jugando a hacer políticas populistas con el dinero capitalista de los demás” y se preguntó cómo se va a gestionar el Estado y qué se va a hacer desde el sistema fiscal, “porque nos vamos a encontrar a partir del próximo año con un déficit de 60.000 o 80.000 millones anuales”.

La deuda es “una losa que está ahí y debemos ser conscientes de ello”, insistió, al tiempo que advirtió del “desfase” que va a generar en los presupuestos del Estado y que conllevará que las “cuentas resulten mucho peor de lo que se pensaba”.

97,2

El barril de petróleo Brent, la referencia en Europa, cedía el ayer un 1,9%, y se cambiaba a 97,2 dólares.

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, afirmó ayer que la institución “tomará todas las acciones necesarias” para garantizar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la zona euro, tras el avance militar de Rusia. “El BCE tiene el mandato de mantener la estabilidad de los precios y lograr el objetivo del 2% de inflación a medio plazo. En marzo, cuando examinemos las proyecciones económicas tendremos en cuenta los acontecimientos geopolíticos para asegurar de que podemos cumplir”, señaló.