Iberdrola desplegará un 'megaplan' inversor para impulsar la eólica marina en Massachusetts (Estados Unidos) con la inversión de más de 10.000 millones de dólares (unos 8.791 millones de euros) en el desarrollo de tres complejos de esta tecnología en el estado, informó la compañía.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha presentado esta inversión en una reunión mantenida con el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, en la que también ha explicado el plan de crecimiento del grupo en Estados Unidos para el periodo 2020-2025, que le permitirá duplicar la capacidad de generación renovable e impulsar la descarbonización del país.

Galán señaló que estos proyectos "serán básicos para hacer realidad el objetivo de Estados Unidos de alcanzar 30.000 megavatios (MW) de energía eólica en 2030, y con ellos generaremos desarrollo industrial y empleo".

Además, el ejecutivo de la energética mantuvo tuvo un encuentro con Maura Healey, fiscal general del estado de Massachusetts, a quien transmitió también el compromiso de Iberdrola con la inversión en energías limpias en el estado.

Con este esfuerzo inversor en eólica marina en el estado de Massachusetts, Iberdrola reafirma su apuesta por Estados Unidos, a pesar del revés que sufrió a finales del año pasado, después de que el regulador del estado de Nuevo México tumbara la compra por parte de Iberdrola de PNM Resources, decisión recurrida judicialmente por el grupo, por lo que se ha dado de plazo hasta 2023 para poder culminar la operación.

2.800 MW DE EÓLICA MARINA EN TRES PROYECTOS

En Massachusetts, el grupo está desarrollando 2.800 MW de eólica marina en tres proyectos distintos y está llevando a cabo también una línea de interconexión de 1.200 MW de capacidad para transportar energía hidroeléctrica desde Canadá.

En su conjunto, estos proyectos permitirán cubrir con energía limpia y competitiva el 35% de la demanda eléctrica del estado a la vez que contribuyen a crear alrededor de 4.000 puestos de trabajo durante su construcción en los próximos años.

La energética ha iniciado recientemente la construcción de 'Vineyard Wind One', el primer gran parque eólico marino del país. El proyecto de 800 MW, situado a unos 24 kilómetros al sur de la costa de Martha's Vineyard, generará energía eólica suficiente para cubrir la demanda de más de 400.000 hogares.

Además, su puesta en marcha evitará también la emisión de más de 1,6 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, el equivalente a retirar 325.000 vehículos de las carreteras.

Asimismo, el pasado mes de diciembre, Avangrid, la filial estadounidense de Iberdrola, se adjudicó un contrato para el parque eólico marino 'Commonwealth Wind', en Massachusetts. El proyecto de 1.232 MW, el mayor proyecto eólico marino de Nueva Inglaterra hasta la fecha, supondrá una inversión de 4.000 millones de dólares (unos 3.516 millones de euros) y creará 11.000 puestos de trabajo.

Como parte del proyecto, Iberdrola está promoviendo la instalación de una fábrica de cables submarinos en el estado en el antiguo emplazamiento de una central eléctrica de carbón.

También está desarrollando en la misma área 'Park City Wind', un proyecto de 804 MW que suministrará energía limpia a los clientes de Connecticut, a la vez que revitalizará el puerto de Bridgeport, sede de la oficina de operación y mantenimiento y almacén de los componentes de cara a la construcción. Se espera que el proyecto esté terminado en 2027.

Por otra parte, la compañía es también propietaria del área de desarrollo 'Kitty Hawk' (2.500 MW), en aguas de Carolina del Norte y Virginia y ha iniciado el proceso de obtención de permisos por parte de la Oficina Federal de Gestión de la Energía Marina (BOEM) para el parque Kitty Hawk North (800 MW), el primer proyecto planteado en esta zona.

La eólica marina representa una apuesta estratégica para Iberdrola, especialmente en un mercado como el estadounidense, donde es líder en el país tras elevar su cartera a 4.900 MW, después de hacerse con el control de la cartera de más 2.000 MW de capacidad eólica marina que compartía con el fondo danés Copenhagen Infrastructure Partners (CIP).

Además, la Administración Biden ha mostrado su decidida apuesta por la eólica marina con un plan para instalar 30 GW de esta tecnología a 2030 en el país.