- La indefinición que rodea a los procesos de suministro de semiconductores y la previsión de que no se vaya a solventar ese problema a lo largo del recién estrenado año abocan a la planta de Mercedes-Benz en Vitoria a negociar la aplicación de un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) entre su plantilla. Así se lo hizo saber ayer la dirección a los representantes del comité de empresa en el habitual encuentro semanal dónde se analizan las previsiones de producción. Ambas partes se han emplazado para sentarse a la mesa y establecer las condiciones que regirán la aplicación de ese ERTE.
No es una situación novedosa para la factoría vitoriana, que ya pasó por una situación similar en 2019 y concluyó 2021 inmersa en la aplicación de otro ERTE de 30 días durante la segunda mitad del año. Fue la medida paliativa aplicada para lograr la flexibilidad necesaria con la que hacer frente a las suspensiones en la producción ante la falta de los semiconductores. Ese acuerdo de julio llevó la rúbrica de la mayoría sindical que forman UGT, CCOO, Ekintza y PIM, mientras que ELA, LAB y ESK quedaron al margen. En las últimas ocasiones en las que ha habido que recurrir a esta figura la empresa ha ofrecido unas condiciones de complementar el 80% del salario y el 100% de las pagas y las vacaciones. Todo hace pensar en que si se mantiene ese mismo marco legal se podría llegar a un punto de común acuerdo, según las fuentes sindicales consultadas por este diario.
Por otro lado, la planta de Mercedes-Benz mantendrá su actividad los cinco días de la semana que viene en los tres turnos. Las gestiones del departamento de Logística han sido satisfactorias para lograr el abastecimiento de las piezas suficientes, que garantizan el mantenimiento de la producción y no tener que suspender ninguna jornada. A pesar de todo, habrá que esperar a la jornada de mañana, cuando haya un nuevo encuentro entre las partes para confirmar definitivamente la actividad durante esos cinco días.
De esta manera la factoría automovilística va a completar un inicio de año sin sobresaltos y encadenando nueve días seguidos de producción en las dos primeras semanas de 2022. Este buen arranque contrasta, por ejemplo, con el último mes del pasado año, cuando solo hubo diez jornadas de producción a lo largo de diciembre. El calendario de producción diseñado para este ejercicio contempla ensamblar 158.219 unidades de Viano y Clase V en las instalaciones de la calle Las Arenas. La volatilidad del mercado puede llevar a que durante el año se retoque a la baja esa barrera y acercarse a las 134.561 del año recién finalizado.
También la proliferación de casos de coronavirus entre la plantilla está afectando a Mercedes-Benz. Las mismas fuentes consultadas por DNA cifraron las “estimaciones de la empresa en las 300 bajas” entre los trabajadores del turno de mañana de ayer. A pesar de estos contratiempos de operarios no presentados, la planta de la multinacional germana logró mantener el ritmo de producción programado y que se sitúa en los 690 vehículos por jornada. Todos ellos salen completamente terminado y las campas exteriores están vacías y sin ningún vehículo pendiente de incorporar ninguna otra pieza.
Año de elecciones sindicales. El presente ejercicio llega para la planta de Mercedes-Benz con una serie de hitos relevantes. En noviembre habrá que afrontar un proceso de elecciones sindicales para renovar la composición y determinar cómo se articula la mayoría en el comité de empresa. En la actualidad están representadas siete centrales sindicales para cubrir los 31 delegados que componen el numeroso comité. Además el último convenio colectivo expiró el 31 de diciembre de 2021.