El crecimiento de la economía se frenará al 1,6 % en el cuarto trimestre, cuatro décimas menos que en el tercero, en un contexto en el que persisten los cuellos de botella en las cadenas globales de suministro y unas tasas de inflación elevadas, y en el que la evolución de la pandemia de la covid ha empeorado.

El Banco de España explica en su último informe trimestral de la economía española que la desaceleración es coherente con el deterioro de indicadores como la confianza de los consumidores y las empresas, así como los de movilidad y consumo de carburantes que no se anotan mejoras significativas.

A su juicio, las nuevas restricciones para contener la expansión de pandemia, tanto en el Estado como en los principales socios comerciales, previsiblemente tendrán un impacto negativo en la actividad en el tramo final del año y a comienzos de 2022.

No obstante, la entidad señala que la incertidumbre en torno a la estimación del cuarto trimestre es muy elevada, dado que los datos disponibles son todavía limitados y porque la información relativa a la ejecución de los proyectos vinculados a los fondos "Next Generation" es incompleta.

Del avance trimestral del 1,6 %, la demanda nacional aportará 1,2 puntos porcentuales (consumo e inversión), mientras que la demanda exterior (importaciones y exportaciones) contribuirá con 0,3 puntos, de acuerdo con las previsiones del Banco de España.

EMPLEO CRECERÁ EN EL CUARTO TRIMESTRE

El empleo medido en hora trabajadas crecerá este trimestre el 4,1 % interanual gracias a que la afiliación se ha comportado mejor de lo que históricamente es habitual en estos meses y a que los trabajadores en ERTE han seguido bajando.

La tasa de desempleo descenderá hasta el 14,3 %, en un contexto en el que se mantendría la recuperación de la tasa de actividad.

El consumo de las familias repuntará respecto al estancamiento del tercer trimestre, sustentado en el avance del gasto en servicios, mientras que las matriculaciones de automóviles y las ventas minoristas habrían seguido mostrando una cierta debilidad.

También la inversión empresarial incrementaría su ritmo de crecimiento en el cuarto trimestre, pese a la persistencia de los problemas de suministro que podrían condicionar la inversión de cara al futuro.

Asimismo, el dinamismo reciente de la ejecución de obra nueva sugiere que la inversión en vivienda podría repuntar también en el último trimestre del año, aunque la actividad en este sector también se está viendo condicionado por los cuellos de botella que han elevado los costes.

La contribución del sector exterior será más modesta que en trimestre precedente, por el debilitamiento de la actividad económica en algunos de los socios comerciales que ralentizan el avance de las exportaciones.

LA FALTA DE SUMINISTRO AFECTA AL AUTOMÓVIL

El informe explica que el impacto de los cuellos de botella sobre los flujos comerciales internacionales está siendo particularmente evidente en el sector del automóvil, donde tanto las exportaciones españolas de automóviles como las importaciones de ciertos componentes necesarios para su fabricación han continuado mostrando retrocesos notables.

En el conjunto del trimestre se espera que continúe incrementándose el turismo internacional, aunque en el tramo final del año la recuperación podría verse lastrada por el deterioro de la evolución sanitaria en el estado y en los principales mercados emisores de turistas.