- La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, defendió ayer que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, supervise la posición del Ejecutivo ante la reforma laboral, una negociación para la que fija cuatro aspectos esenciales a consensuar.

Calviño se refirió a la negociación de la reforma laboral en declaraciones a los periodistas en Roma, donde participa en la cumbre de líderes del G20, y en las que rechazó que pueda hablarse de crisis entre los socios de coalición a cuenta de este asunto. Para la vicepresidenta, se trata de una negociación en la que hay que abordar cuatro asuntos principales. Citó en concreto la simplificación de contratos y reducción de la temporalidad excesiva, una adecuada regulación de la subcontratación, el reequilibrio de las partes en la negociación colectiva, y el establecimiento de un mecanismo permanente de flexibilidad interna de las empresas y de estabilización del empleo inspirado en la experiencia positiva de los ERTE. “Estos son los temas en los que se ha venido trabajando y en los que tendremos que llegar a un acuerdo en las próximas semanas, y es normal que haya reuniones entre los secretarios de Estado, los ministros y el presidente del Gobierno para ver cómo orientamos esta negociación”, añadió.

Una negociación que confía que dé sus frutos en las próximas semanas y ante la que fuentes de Economía precisaron que el objetivo es que en noviembre se pueda haber cerrado un acuerdo, que en diciembre se apruebe y que en enero entre en vigor.