El Bitci Baskonia se impuso al colista Real Betis, logrando un sufrido triunfo que le permite escalar puestos en la clasificación de la ACB y le acerca al objetivo de conseguir el billete para la Copa del Rey de Granada, incluso con la posibilidad de ser cabeza de serie. El cuadro azulgrana que llegó a tener la victoria en el bolsillo con una ventaja de 20 puntos a principios del último cuarto, se dejó llevar y terminó decidiendo el encuentro desde la línea de tiros libres en un final agónico en el que, de no ser por las jugadas individuales de Baldwin, perfectamente podría haberse llevado un disgusto de Sevilla.

A pesar del temor a que el positivo por covid-19 detectado el sábado fuera uno de los jugadores importantes de la plantilla y esto condicionara la rotación de Neven Spahija, el contagiado terminó siendo uno de los miembros del staff y el Bitci Baskonia pudo afrontar con plenas garantías su visita al Real Betis, lo cual allanó el camino hacia el triunfo, pero no impidió que los jugadores importantes fueran sometidos a un sobreesfuerzo evitable después de una semana de triple jornada.

El cuadro verdiblanco fue mejor en el primer cuarto, más intenso en la pelea por el rebote en ambos lados de la cancha y acertado en la circulación del balón. De hecho, los locales llegaron a colocarse 16-11 arriba y solo el excepcional acierto desde la línea de tres puntos mantuvo a los de Neven Spahija cerca en el electrónico, con cinco aciertos desde más allá de los 6,75 metros en esos primeros 10 minutos, que terminaron con un parcial de 21-19.

Ese primer aviso del Betis hizo despertar al Baskonia, que a su acierto desde el perímetro sumó en el segundo cuarto una defensa más agresiva y las penetraciones de Wade Baldwin, que comenzaron a agrietar la resistencia bética, que duró solamente hasta el 26-25. En ese momento, los gasteiztarras dieron un golpe sobre la mesa con Costello en el puesto de cinco por primera vez desde la llegada de Spahija, desplazando al banquillo a un Nnoko que no contó para el croata. Se marcharon los azulgranas hasta el 26-41 gracias a un parcial de 0-16 al que su rival, sin orden ni acierto en ataque, no fue capaz de dar respuesta. Granger, Fontecchio, Giedraitis y compañía machacaron a los de Luis Casimiro desde el triple y se marcharon al descanso con un cómodo 31-46 en el marcador y un 10/17 en triples que dejaba el duelo prácticamente sentenciado.

DESCONEXIÓN FINAL

En la segunda parte, en un intento de apurar sus opciones de victoria, Luis Casimiro apostó por una rotación más corta, dando más minutos a sus hombres de confianza. La estrategia le funcionó durante el tercer cuarto, en el que los locales se mostraron más sólidos en defensa y, gracias a ello, fueron capaces de anotar en transición y recortar distancias. De hecho, el Betis llegó a colocarse a solo siete puntos con una canasta de Evans, pero Sedekerskis se encargó de enfriar los ánimos locales desde el triple, devolviendo la ventaja de diez puntos al término del tercer cuarto.

En el último parcial, los de Casimiro comenzaron a acusar el cansancio y el Baskonia aprovechó las obligadas rotaciones béticas para escaparse en el marcador, alcanzando una ventaja de 20 puntos con el 55-75, que parecía, esta vez sí, dejar el partido sentenciado. Eso debieron pensar los jugadores baskonistas, que cometieron el error de relajarse, dando vida a su rival. Con un parcial de 13-0 en pocos minutos, el cuadro local se colocó a solo cuatro puntos con el 73-77 y a partir de ahí comenzó un partido nuevo cuando el Baskonia estaba ya pensando en el viaje de vuelta a Vitoria. Los gasteiztarras enlazaron una serie de posesiones esperpénticas que solo Baldwin fue capaz de desatascar con dos canastas clave que mantuvieron al Betis en todo momento por debajo en el marcador. Con 80-81, los locales estuvieron a punto de tener posesión para ponerse por delante, pero una serie de rebotes ofensivos terminó llevando a Fontecchio a la línea de tiros libres, oportunidad que no desaprovechó para poner el 80-83. Báez acortó distancias de nuevo, pero Enoch se encargó de anotar los tiros libres decisivos (82-85) y Baldwin envió a Evans al tiro libre para evitar un triple en el último momento.

Al final, el Baskonia se impuso por 83-87 en un duelo en el que se complicó la vida con una desconexión antes de tiempo y a punto estuvo de estrellarse contra un equipo muy inferior en cuanto a plantilla y aspiraciones. Lo que debió ser una oportunidad para desahogarse por los malos resultados recientes, terminó con el equipo subiéndose al autobús con el triunfo, pero con un susto en el cuerpo.