a constante presencia en la red deja una serie de rastros y detalles sobre los usuarios convertidos ya en un codiciado tesoro por parte de las grandes compañías. Poder conocer los gustos y preferencias, anticiparse a los deseos de las personas consumidoras con la oferta de productos ajustada a nuestras "necesidades", sirve para elaborar después unas medidas campañas publicitarias y bombardear a cada potencial cliente con esos productos que está buscando en cada momento. "La sociedad ha perdido su privacidad. La vendemos a muy bajo precio sin ser conscientes de la pérdida de control y disposición sobre nuestra privacidad y no vemos las consecuencias de esta realidad", sentencia Amaia Chaparro, responsable del equipo de consultoría del Grupo Vadillo de la capital alavesa.

Cuestiones tan sencillas y aparentemente inofensivas como aceptar las condiciones de privacidad al instalar en el teléfono móvil una aplicación son la puerta abierta que se deja a las empresas para hacer un uso selectivo de los datos y ajustarlos a las preferencias y necesidades de los consumidores. Por ahí se abre la senda de las legaltech como nuevo nicho de mercado, aún sin explorar en el sector jurídico y que se ha erigido en una "apuesta importante en las acciones futuras que desarrolle el Grupo Vadillo Asesores", según remarca Andrea Gómez, representante de la compañía vitoriana situada en el barrio de San Martín.

La ayuda de Gesconte

Ahondando en esta novedosa y aún poca definida parcela que se abre con el desarrollo de las nuevas tecnologías el equipo de Grupo Vadillo comenzó a trabajar, ya desde antes de la irrupción de la pandemia, para dotar a las pequeñas y medianas empresas de una "sencilla herramienta que permita hacer bien las cosas en todo lo referido a la protección de datos", incide Mikel Gutiérrez, responsable técnico de la empresa. El resultado de los meses de investigación y desarrollo es el lanzamiento de la herramienta legaltech llamada Gesconte.

"Es una herramienta de sencillo manejo, que aplica últimas tecnologías como blockchain y que aporta muchas más ventajas respecto a otras que ya existen en el mercado en todo lo referido al tratamiento adecuado de los datos y a los consentimientos expresados por los consumidores", concreta Chaparro. De esta manera se simplifica el trabajo para las empresas a la hora de hacerles más fácil el correcto cumplimiento y tratamiento de las normativas de privacidad, les proporciona una herramienta en el caso de que no dispongan de herramientas propias de gestión (CRM, ERPs).

La "ventaja más importante es que da la seguridad jurídica necesaria ante un conflicto judicial permitiendo evidenciar una correcta gestión de autorizaciones o negativas que la ciudadanía da en las diferentes situaciones de la vida", incide Chaparro.Apunta en esa dirección Andrea Gómez al "exceso de información" al que se está llegando y el "rechazo" al que se puede llegar a generar hacia las "empresas que no hacen un buen uso de los datos" puede jugar en contra de una buena experiencia cliente.

El uso de Gesconte por parte de las empresas que ya lo tienen a su disposición es una garantía para los clientes de que se van a respetar de una forma ética y responsable todas las "selecciones que ha llevado a cabo sobre aquello que autoriza y a lo que no", incide Chaparro. La ética en la privacidad supone acercar los deseos de los consumidores al tratamiento correcto de sus datos por parte de las organizaciones "de manera que cada uno establezca su propio centro de preferencias de privacidad, por así establecerlo y tome las riendas de su privacidad", explica Mikel Gutiérrez.

Aplicación flexible

Gesconte ya se comercializa y se puede encontrar en el mercado distribuida a través de una empresa de Madrid. Sus rectores le auguran un "buen resultado" como aplicación al tratarse de una "aplicación abierta, flexible y que se puede integrar en los sistemas que ya empleen las empresas", explica Gutiérrez.

La nueva herramienta legaltech ya lanzada, Grupo Vadillo toma parte en los premios de emprendimiento en protección de datos personales, cuyo objeto es premiar el desarrollo de una actividad empresarial, producto o servicios que tenga como características el ser original, creativo, innovador y con impacto social en relación con la protección de datos y la garantía de los derechos y libertades de las personas. El plazo para la presentación finaliza el 21 de noviembre y la resolución del jurado se conocerá en primavera.

Resultado de esta apuesta por la privacidad es la adhesión de Grupo Vadillo al pacto de derechos digitales de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) estableciendo objetivos de desarrollo sostenible y fomentando entre las empresas y ciudadanos la autorresponsabilidad en materia de tratamiento seguro de la privacidad.