- Los productores del sector lácteo en Gipuzkoa reivindicaron ayer una subida del precio de la leche de diez céntimos el litro en el precio de venta, para no seguir con pérdidas y poder asumir los costes, que en los últimos tiempos les está siendo complicado. Eso se debe al incremento en el precio del pienso, la electricidad o el gasoil, entre otros aspectos.

ENBA y EHNE, los dos presentes en el sector en Gipuzkoa, convocaron a la denominada Marcha Láctea, con la que con más de una veintena de tractores y otros tantos coches recorrieron el trayecto desde el centro comercial Urbil hasta Galarreta, en Hernani. La protesta permitió “enseñar a la sociedad cómo nos encontramos” tal y como señaló el presidente de ENBA, Iñaki Goenaga. “Llevábamos tres años avisando que, tantos en las cooperativas como en la industria, estaban disminuyendo las ganancias”, manifestó Goenaga, quien recordó que comenzaron con movilizaciones para evidenciar esta situación entre finales de 2019 y principios de 2020, aunque el covid hizo que pararan este tipo de protestas.

Nazabal también denunció “la dinámica destructiva que lleva la distribución en la política de precios de leche de marca blanca”, es decir, la competencia entre diferentes cadenas de supermercados por tener la leche de marca propia con el precio más barato. “Al final, se está destruyendo, tanto el tejido productivo, como la industria local de aquí”, se lamenta. A esta situación estructura y a la problemática generada por la pandemia, habría que añadir el incremento en los últimos meses de materia prima necesaria para este sector, como el pienso, la electricidad o el gasoil. “En diez meses, de media, calculamos que el precio del pienso ha subido un 25%”, dice Goenaga.

¿La solución? Los sindicatos apuntan en la dirección de estudio del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, publicado hace un mes, que establece que el precio de venta al público mínimo, aquel presente en las leches de marca blanca, debiera subir diez céntimos el litro: a 70 céntimos. Luego, se debería decidir “entre los tres actores, la distribución, las empresas y los baserritarras, cómo repartir esos diez céntimos”, añade Goenaga. Sin embargo, tanto el presidente de ENBA como el de EHNE coinciden en que los productores deberían percibir entre cuatro y cinco céntimos de ese total e incrementar los 34 céntimos y medio que perciben actualmente por litro hasta los 0,39 euros.