- La industria del motor española, una de las tres más importantes de Europa, empieza a ver con preocupación el lento despegue del automóvil eléctrico en el Estado español. Mientras en el periodo enero-julio se han matriculado 483.539 coches a baterías en Europa, en España sólo han sido 12.949 y en Euskadi, 1.140. Pero más allá del número, muy bajo, al sector le pone servicio que mientras en la UE las ventas de dichos vehículos han crecido un 124%, en el Estado sólo lo ha hecho un 72%. Por ello, las patronales de automoción piden al Gobierno español que elimine los impuestos que gravan al vehículo eléctrico en la próxima reforma fiscal.
Ante la falta de competitividad del coche eléctrico respecto al de combustión por su mayor precio, menor autonomía y mayor dificultad de recarga, los fabricantes de coches quieren reducir esas barreras empezando por la fiscalidad siguiendo el modelo que ha utilizado Noruega, -líder europeo pues en julio 6 de cada diez coches matriculados eran eléctricos puros-, para impulsar las ventas de eléctricos puros.
Por ello, tanto las asociaciones de fabricantes de coches como las de concesionarios han puesto sobre la mesa, según Europa Press, que la próxima reforma fiscal que emprenda el Gobierno español exima de pagar impuestos a los vehículos de cero emisiones, con el objetivo de favorecer la renovación del parque móvil en favor de aquellos menos contaminantes.
No hay que olvidar que la media de edad del parque móvil en España se situó a finales del pasado año en los 13,1 años, por encima de los 10,8 de la UE y que las ventas de vehículos se segunda mano sumaron 1.116.939 unidades en 2020, superando a las 851.210 matriculaciones de turismos nuevos.
Por todo ello, las organizaciones Anfac, Faconauto, Ganvam y Sernauto al remitido al grupo de expertos a los que el Ministerio de Hacienda ha encomendado el estudio de los posibles cambios de cara a esta reforma el eximir a los usuarios de estos vehículos del nuevo impuesto medioambiental que vendría a sustituir al actual Impuesto de Matriculación, del Impuesto de Circulación y también del IVA, que proponen dejar exento o reducido al menos para estos vehículos.
En primer lugar, plantean la necesidad de sustituir el actual impuesto de matriculación -Impuesto Especial de Determinados Medios de Transporte (IEDMT)- por un nuevo impuesto medioambiental, basado en las emisiones de CO2 y la antigüedad de los turismos, cuya base imponible anual serían los gramos por kilómetro recorrido de CO2 que emite cada vehículo multiplicado por el tipo.
Esta iniciativa, previsiblemente, contará con la total oposición de las capas más humildes de la población española que no tienen ingresos suficientes para acceder a la compra de un coche nuevo y se les pretende cargar con más impuestos por el viejo que tienen.
En todo caso, la propuesta de Anfac para que esta base sea cero para los vehículos de cero emisiones, contempla que se pueda graduar por antigüedad, de manera que se aplique anualmente a todos los vehículos sujetos al de matriculación, y plantea la posibilidad de incluir bonificaciones, en función de la renta o para zonas de baja densidad.
Para el Impuesto de Circulación (VTM), cuyas bonificaciones se permiten hasta el 75%, plantean llevarlas al 100% para vehículos electrificados de Etiqueta Cero, y bonificaciones menores a híbridos no enchufables.
En el caso del IVA, plantean su eliminación o aplicación de un tipo reducido para la compra de coches en función de sus características medioambientales. En todo caso, reconocen que se trata de una medida que no será posible aplicar hasta que no sea recogida en la correspondiente directiva europea.
Otras rebajas fiscales propuestas pasan por eximir del IRPF las subvenciones a la movilidad sostenible, como las concedidas en el Plan Renove o Moves; recuperar la deducción del 10% en el Impuesto sobre Sociedades para inversiones en la adquisición de vehículos de menos emisiones, eliminada en 2011; o deducciones en el IRPF a la compra de vehículos, que ya se aplica, por ejemplo, en Nafarroa.
También sugieren un tipo impositivo reducido a la electricidad que suministren estaciones de recarga, tras la autorización de la CE a Holanda sobre esta cuestión, y bonificaciones en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) para la distribución de vehículos, con el fin de compensar los costes de las infraestructuras de recarga.
Otras de las propuestas de las patronales van dirigidas a facilitar la renovación del parque, pero también a impulsar la actividad industrial, con aumentos en las bonificaciones de determinados impuestos en la cadena de valor.
Impuestos. Anfac propone que se cambie el Impuesto de Matriculación por uno medioambiental que sea cero para los coches de cero emisiones. También que se bonifique al 100% el Impuesto de Circulación y que se elimine el IVA
Ventas. Este año, entre enero y julio, se han vendido 483.539 coches eléctricos en Europa, 12.949 en España y 1.140 en Euskadi. El problema añadido es que en la UE crecen un 124% y en el Estado español sólo un 72%