- Las compañías hoteleras siguen a la espera del turismo masivo, pero el primer semestre del año permite albergar esperanzas porque la reducción de pérdidas se ha situado entre el 30 y el 50% y avistan una segunda parte del año con mejores datos, confiados en la vacunación y en que se alargue la temporada al menos hasta bien entrado el otoño.
En concreto, Meliá redujo sus pérdidas a menos de la mitad de las que contabilizó un año antes: de 358,6 millones en rojo en enero-junio de 2020 ha pasado a -151,2 millones en esos meses de este año, aunque está todavía lejos de los 47,7 millones que ganó en el primer semestre de 219, sin pandemia. Por su lado, NH logró reducir sus pérdidas un 33,5% en el primer semestre del año, hasta 145,5 millones de euros, pero a mucha distancia también de los 41,9 millones de beneficio neto de enero-junio de 2019. El socio responsable de Turismo de KPMG, Luis Buzzi, explica que "la foto es positiva", porque no se ven los datos "catastróficos" del año pasado, sino que se observa una franca recuperación, a la que ayuda la vacunación y el pasaporte covid, y que será más potente "cuando hayamos superado la reticencia a salir de casa".
El escenario es muy incierto y ligado a la evolución de los contagios y las nuevas variantes, pero las hoteleras confían en el segundo semestre para la remontada, convencidas de que la temporada se alargará, al menos, hasta bien entrado octubre. Aunque apostaban a que el buen ritmo en las vacunaciones alentaría los viajes, de momento el turismo internacional está retraído, con 5,4 millones de entradas entre enero y junio (frente a 38,12 millones en 2019, el año de referencia prepandemia y 10,78 millones en 2020).
El primer semestre fue malo, porque entre enero y marzo se produjo la tercera ola de contagios, con fuertes restricciones en los destinos, y el segundo trimestre se cerró en plena quinta ola, con nuevas limitaciones de movimientos. No obstante, las cifras de entradas de turistas de junio último multiplican por diez las de ese mes de 2020.
El Gobierno español confía en que el año se cierre con la mitad de los turistas internacionales que llegaron en 2019 (83,5 millones), pero para alcanzar esos más de 40 millones tendrían que venir entre julio y diciembre unos 35 millones (en esos meses de 2019 llegaron unos 45 millones).
En el caso de Meliá, los ingresos del semestre quedaron cerca de los del año anterior: desde los 319,2 millones de enero-junio de 2020 pasaron a 304,4 millones en ese periodo de este año, un 4,6% menos. La compañía con sede en Palma destaca que en las últimas semanas se aprecia una paulatina recuperación y prevé que la demanda se recuperará con fuerza tan pronto como se normalice la situación sanitaria, "premiando el corto radio y el segmento vacacional" por encima del largo y el urbano.
Además, a pesar del cambio en los patrones de comportamiento de los viajeros y el fuerte crecimiento de las reservas de último minuto, Meliá prevé una extensión de la temporada alta, durante gran parte del segundo semestre, "fundamentada en la curva de inmunidad planificada en Europa", señala.
De hecho, ha constatado una reactivación de las reservas para el segundo semestre desde el mercado británico a raíz de la campaña de vacunación y el levantamiento de restricciones en el Reino Unido.
Por su lado, NH Hotel Group redujo sus pérdidas un 33,5% en el primer semestre del año, hasta 145,5 millones de euros negativos, en línea con la reducción de los ingresos en un 30,2% hasta los 215,9 millones. La compañía explica que desde mayo cuenta con nueve de cada diez hoteles abiertos y una ocupación media que continúa mejorando mes a mes, hasta el 40-45% en julio, y destaca el ritmo de recuperación en el sur de Europa.
La consejera delegada de Riu, Carmen Riu, cree que sería un "éxito" igualar este año los resultados de 2020, cuando la facturación de la cadena hotelera cayó un 63%, hasta 826 millones de euros, frente a los 2.240 millones que ingresó en 2019. Durante todo 2020, la compañía tuvo abiertos un máximo de 46 hoteles con precios y ocupación "mínimos", pasando de recibir 4,9 millones de clientes en 2019 a los 2,3 millones de 2020, más de un 50% inferior.
Luis Buzzi cree que la mejoría es "imparable" y se asentará sobre todo en el turismo nacional, que recuperará en torno al 80% de las cifras de 209, en tanto que el internacional apenas quedará en el entorno del 40%. Destaca que el sector, tanto las líneas aéreas como los hoteleros, se mueven ahora con mucha mayor flexibilidad y agilidad en la apertura de servicios una vez que las restricciones lo permiten y hay demanda.
El turismo urbano notará más la caída de la demanda, por el mayor desplome del de reuniones, congresos e incentivos (MICE por sus siglas en inglés) y porque las menores llegadas de extranjeros. De hecho, Buzzi calcula que hasta 2024 no recuperará plenamente los números de 2019.