- El plan del Gobierno español quiere impulsar la construcción y venta de coches eléctricos, con todos los componentes necesarios, y la red de recarga, y en ambos ámbitos la industria vasca ligada al automóvil y la energía tiene mucho que contar.
Asegurar las fábricas del coches en el Estado a futuro es una buena noticia para la industria vasca de automoción, un sector de componentes que facturó en 2020, un mal año por el covid, más de 16.600 millones de euros, según el cluster vasco Acicae.
El coche eléctrico -al menos el que lleva la energía almacenada en baterías, a diferencia del de pila de combustible de hidrógeno- tiene que acarrear un peso extraordinario por culpa de las citadas baterías. Un ejemplo, en el caso del coche eléctrico más moderno, el Volkswagen ID 3, la batería normal de 58 kwh pesa nada menos que 436 kilos, y la de 77 kwh pesa bastante más y, además, obliga a dejar el coche con 4 plazas en vez de 5. Por ello, los grandes grupos industriales vascos de componentes de automoción como Gestamp y CIE Automotive están trabajando muy activamente en desarrollar tecnologías que aligeran sustancialmente el peso de chasis y estructuras.
Estas empresas vascas, y otras muchas del sector, se beneficiarán de un plan que ayude a mantener las plantas de coches en el Estado.
Otro elemento clave para asegurar la producción de automóviles en la península ibérica en el horizonte de 2030 es contar con una planta de baterías cercana a las fábricas de Mercedes Benz y Volkswagen.
En este sentido, en Euskadi hay una iniciativa, Basquevolt, para instalar una planta de baterías con una inversión de al menos 700 millones de euros, y más de 800 personas en plantilla, por la que han mostrado interés entidades y empresas como el Ente Vasco de la Energía, Iberdrola, Petronor, Enagas, Grupo Mondragon, Irizar, Ingeteam, Ormazabal, CIE Automotive o Solarpack.
Otro aspecto que quiere impulsar el PERTE de automoción presentado por el Gobierno español es el de la potenciación de la red de recarga, para empezar las electrolineras.
Y en este sentido, no hay que olvidar que hay importantes empresas vascas que han colaborado en el desarrollo tecnológico de instalaciones de recarga eléctrica rápida, que bien podrían beneficiarse del impulso del PERTE.
Sería el caso de compañías como Ingeteam y Ormazabal que han desarrollado los terminales de carga y los centros de transformación de las electrolineras que el grupo Petronor-Repsol ha instalado en el País Vasco, en Bizkaia y Araba, y que con 350 y 400 kw están entre las más rápidas de Europa. Por no hablar de la empresa Ibil, todo un referente en el Estado en servicio de carga eléctrica para automóviles.