- La reforma laboral es, tras el ajuste del sistema de pensiones, el otro punto donde la coalición de Gobierno en España quiere desmarcarse de las medidas adoptadas por anteriores Ejecutivos del PP. En este sentido, la representante del ala más beligerante del Gobierno de Pedro Sánchez, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, señaló que la reforma de la contratación que negocia con los agentes sociales fijará como tipo de contrato ordinario el indefinido e impulsará el fijo discontinuo para circunstancias que ahora se cubren con contratos temporales. Además, su departamento quiere limitar los cambios unilaterales de las condiciones laborales por parte de las empresas.
Respecto a la precariedad en el empleo y para defender su postura en este campo, Díaz argumentó que la elevada temporalidad del mercado laboral español es una anomalía que hay que corregir, algo que también demanda, una y otra vez, la Unión Europea. No hay que olvidar que la organización empresarial española CEOE reclama una mayor flexibilidad para las empresas, algo que la ministra considera que no está reñido con cubrir las tareas productivas temporales con contratos fijos discontinuos , citando como ejemplo el sector turístico de Baleares, donde se recurre mayoritariamente a esta figura.
Yolanda Díaz reivindicó el que, por primera vez, un Gobierno español va a abordar la excesiva temporalidad laboral y aseguró que lo importante es que todos los agentes sociales “saben que es una anomalía en nuestro país”.
Por otra parte, la reforma laboral que prepara el departamento de Yolanda Díaz, según El País, quiere limitar la modificación sustancial de condiciones de trabajo que facilitó el cambio normativo del PP de 2012 siempre que se diese una caída de actividad económica durante tres trimestres. Así, de prosperar la propuesta que cuenta con la oposición frontal de la patronal y posiblemente de Bruselas, se acotarán las causas igualándolas a las del despido colectivo. Estos cambios afectan a la jornada, el horario, los turnos, la remuneración, el sistema de trabajo o las funciones. Antes, si perjudicaba al trabajador, este podía marcharse con una indemnización de 20 días. Ahora bastará con que no lo acepte.
La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) alertó que la posible desaparición del contrato fijo de obra sería “devastador para la recupración económica”.