La dirección de Tubacex ha pedido que el comité de empresa denuncie los "comportamientos violentos" contra los trabajadores que no secundan la huelga en contra del ajuste de empleo que ha afectado a 129 personas y el ERTE en la compañía, porque no pronunciarse supone "otorgar legitimidad a estos hechos que sufren compañeros" a los cuales, "por otra parte, también representa".

En una comunicación dirigida a los representantes sindicales en la compañía, la compañía "denuncia" y manifesta "expresamente su repulsa" a las "amenazas, insultos y presiones de toda índole que están sufriendo las personas que han decidido ejercer su derecho al trabajo desde el inicio de la huelga".

"Estas actuaciones son, desde cualquier punto de vista, injustificables, invadiendo incluso los entornos personales, familiares y públicos de las personas, y la dirección prestará todo su apoyo legal a los afectados en su defensa", asegura en la misiva.

La dirección de la empresa de tubos insiste, "como en ocasiones anteriores", en que "cada una de las personas que trabajan en la empresa tiene que poder ejercer el derecho a decidir sobre la huelga o el trabajo, sin que ello suponga ningún tipo de represalia".

También ha precisado que es "debido y necesario el respeto al libre ejercicio del derecho de huelga", al igual que "debe ser igualmente el respeto con el libre ejercicio al derecho al trabajo". "La libertad de las personas es de todas las personas, no de unas sí y de otras no", añade.

"PÚBLICAS Y CONOCIDAS"

Según Tubacex, el comité, "como representante de la mayoría de la plantilla, aún no se ha pronunciado sobre estas actuaciones que son públicas y conocidas", entre las que ha citado los "insultos sobre estas personas en redes sociales", la "difusión de fotos sin autorización y montajes y memes de compañeros en las redes sociales", también "pintadas con acusaciones vejatorias en paredes y carreteras, carteles con insultos en diferentes pueblos de Euskadi, agresiones verbales, injurias y acoso a compañeros delante de sus hijos menores de edad en entornos infantiles como ikastolas, parques o guarderías".

La dirección también denuncia "insultos y comportamientos de violencia de genero a familiares directos de estos compañeros", además de "sabotajes en negocios familiares" o "persecuciones mediante llamadas y mensajes anónimos amenazantes en el domicilio particular y daños en vehículos personales".

Por otra parte, ha advertido de que se resiste a pensar que "la mayoría de la plantilla considere legítimo que se realicen este tipo de actuaciones en su nombre, lo que supone apoyar estos comportamientos violentos".

A su juicio, el no posicionarse supone "otorgar legitimidad a estos hechos que sufren compañeros" a los cuales, "por otra parte, también representa". Por ello, ha pedido "expresamente" al comité "que manifieste su posicionamiento ante estos comportamientos y los denuncie públicamente". "Desde su responsabilidad debe actuar para procurar el cese de esta violencia injustificada", ha dicho.