- El Igualatorio afronta unas semanas complejas en las que se va a librar una auténtica batalla por el control de la compañía. Con la vista puesta en la junta general de accionistas, que previsiblemente se celebrará en mayo, fuera de los plazos que manejaba el consejo de administración, los socios partidarios de mantener el modelo actual y los que promueven la entrada de Adeslas con una participación mayoritaria se preparan para el combate.

Hay mucho en juego, incluido el mantenimiento de la sede fiscal en Bizkaia. En este sentido, la Plataforma de Accionistas del IMQ (PAI), que abrió a mediados de 2019 el debate sobre la liberalización de la venta de participaciones, plantea que la aseguradora que se podría hacer con el control de la compañía se limite a garantizar que el domicilio social continúa en Bilbao por un plazo concreto de años. Lo mismo propone en relación al sostenimiento del negocio en Euskadi -no vender clínicas- y a la posibilidad de que el nuevo accionista mayoritario decida ajustar la plantilla.

Aunque no concreta esos plazos, la PAI si establece un periodo para vender las acciones a SegurCaixa Adeslas (SCA) -la única vía que tiene abierta en estos momentos la dirección de la compañía- con las condiciones preferentes que se acuerden con la aseguradora. En ese caso, el plazo sería de cinco a siete años -es una de las cuestiones a negociar- y a partir de entonces los accionistas que quisieran vender su participación tendrían que negociar el precio directamente con Adeslas, que tendría preferencia y por tanto una posición dominante.

Ese horizonte temporal de un máximo de siete años se intuye como un periodo de transición hacia un nuevo modelo de gestión. Los médicos que hayan vendido su participación una vez superado ese plazo formarían parte del cuadro sanitario hasta su jubilación. En cambio, los que no sean en estos momentos accionistas tendrían “una garantía de X años” en su puesto de trabajo, después se regirían por las “prácticas del mercado”.

Son algunas de las claves de la hoja de ruta que ha enviado recientemente la PAI a sus simpatizantes después de la reunión que mantuvo con el consejo de administración del Igualatorio el pasado lunes. Tras la junta de accionistas de 2020, celebrada el 23 de octubre, y la renovación del órgano de gobierno con el cese de los médicos que se oponían a la operación con SCA, la línea que separa el consejo y la PAI es muy delgada. Los críticos sostienen que es inexistente y que actúan en bloque.

De hecho, dentro de los “próximos pasos” que fija la plataforma que lidera Eduardo Zabala, se apunta a una nueva reunión inmediata con IMQ para definir el precio y la estructura de la venta de las acciones. También se señala que la PAI participará junto a la Sociedad de Médicos en un encuentro con Adeslas para “dar un mensaje claro y unificado”.

Se da la circunstancia de que precisamente el pasado viernes tuvo lugar una reunión con la aseguradora de la Mutua Madrileña y Caixabank. La primera con rango de oficialidad, a pesar de que la PAI reconoce en su hoja de ruta que el consejo del Igualatorio “ha mantenido conversaciones con SCA” los últimos meses en contra del mensaje que traslada la dirección, que niega que haya “ninguna negociación” en marcha. La última vez que lo hizo fue justo el pasado viernes cuando envió a los accionistas un comunicado en el que se califica de “falso” que la Sociedad de Médicos esté “trabajando en una posible venta de IMQ a Adeslas” a pesar de que se reunieron ese mismo día. Más allá de los matices que pueda haber entre conversaciones y negociaciones, la PAI, que parece manejar información de primera mano, afirma que la aseguradora “ha mostrado mucho interés en formar parte de la solución”. Esa solución daría respuesta a su propuesta de liberalizar las transmisión de acciones -en estos momentos restringida al traspaso entre médicos- para lograr el “mayor beneficio” posible.

El planteamiento de la Plataforma contempla acordar con Adeslas un precio fijo, que se actualizaría cada año durante el periodo de transición, con “ventanas de liquidez” anuales en las que los accionistas podrían vender sus títulos. En el comunicado remitido por la dirección del Igualatorio el pasado viernes se pone en conocimiento de los accionistas los últimos y los próximos movimientos, si bien no se informa de la reunión con Adeslas ese mismo día. Sí se detalla el encuentro con la PAI del lunes y se anticipa otro con el Sindicato Médico mañana martes.

El consejo muestra asimismo su voluntad de reunirse con la Asociación de Defensores del Modelo de Igualatorio (Ademi), que no ha podido celebrarse hasta el momento “por motivos ajenos” a la dirección.

Volviendo a la hoja de ruta de la PAI, el primer movimiento que plantea es tomar el control del Montepío, el gestor del fondo de pensiones del IMQ, que tiene capacidad de veto de la operación, en línea con la última actuación del consejo. Es, admiten, la vía que les permitiría alcanzar “rápidamente” su proyecto de vender sus acciones “libremente a precios de mercado”. Un proyecto que solo establece garantías temporales para la continuidad de la actual estructura empresarial del Igualatorio.