- Tubacex ha comunicado a las diferentes instituciones vascas su intención de aplicar "todas las medidas de ajuste necesarias" para "salvaguardar el futuro" de sus plantas alavesas TTI (Amurrio) y Aceralava (Llodio) ante las "perdidas insostenibles", que cifra en 18 millones de euros para este año.

El fabricante de tubos ha advertido de que las previsiones del grupo multinacional para los próximos dos años son "muy pesimistas" y ha criticado la "irresponsable actitud sindical" por no entrar a negociar sus propuestas "para garantizar la viabilidad" de ambas plantas.

El consejero delegado de Tubacex, Jesús Esmorís, ha comunicado esta decisión a diferentes representantes institucionales vascos en una carta, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que explica la situación del fabricante en sus plantas alavesas, "consciente del papel" que la compañía "desempeña en el entramado económico y social del país".

Esmorís afirma que, en los últimos meses se han producido "numerosas movilizaciones por parte de los representantes sindicales contra la pérdida de empleo" y se han rechazado "públicamente" las medidas propuestas desde la dirección de Tubacex "para garantizar la viabilidad de estas plantas en un contexto de mercado muy debilitado".

Según explica, la irrupción del covid-19 ha tenido "unas consecuencias devastadoras" en el negocio, y ha conllevado la paralización de los proyectos de inversión de sus clientes, con la consiguiente cancelación de pedidos "en el corto y medio plazo".

A ello, se ha añadido, según Esmorís, "la aceleración de un proceso de descarbonización e impulso decidido de las energías limpias, que ha agravado significativamente" las previsiones económicas de la compañía puesto que "buena parte de su actividad" depende todavía del sector de petróleo y gas. "Con todo ello, afrontamos una crisis de carácter estructural y sin precedentes", advierte. Recuerda que, ante esta "situación crítica", Tubacex puso en marcha en el primer trimestre de este año "un ambicioso plan de reducción de costes que permitiera ganar en sostenibilidad a las plantas alavesas TTI y Aceralava, "que soportan los costes laborales más altos de todo el Grupo".

Según puntualiza, de forma previa al inicio de la pandemia, el grupo había invertido en estas plantas más de 110 millones de euros destinados a la mejora de instalaciones y automotización de procesos "con el objetivo de sentar las bases de un modelo que fuera competitivo" y acompañar la "estrategia de crecimiento y diversificación".

"Nuestro objetivo ha sido siempre preparar estas plantas de mayor coste para la fabricación de los productos de mayor valor añadido del grupo", asegura. No obstante, lamenta que TTI presentó unas pérdidas de 12 millones en 2019, y la previsión es que, junto con Aceralava, superen los 18 millones de euros de pérdidas en 2020 "por la drástica caída de los pedidos".

Ya en julio del presente ejercicio, Tubacex comunicó "la necesidad de reducir globalmente un 20% el coste de personal", equivalente a 500 puestos de trabajo, en el conjunto de la compañía. El "impacto" de la decisión conllevaba una reducción de 150 empleos en las plantas alavesas.

Según el consejero delegado del grupo multinacional, "como medida de defensa del empleo" presentaron a los representantes de las plantillas en estas plantas una propuesta "basada en soluciones no traumáticas", con el objetivo de reducir el coste laboral en 10 millones de euros y que implicaba un ajuste del 9% en la nómina de los trabajadores.

El plan de negocio para las plantas alavesas, presentado el pasado mes de octubre y "validado por terceros (PWC)", incluía un plan social en que se preveía congelación salarial, aumento de jornada en 40 horas o la reducción de la aportación EPSV del 4 al 1%.