- La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia Calviño, afirmó ayer que si sindicatos y empresarios no llegan a un acuerdo sobre la cuantía del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2021, es “partidaria” de no elevarlo y esperar para tomar esta medida a un escenario económico más propicio.
“El Gobierno no ha tomado la decisión. Si no hay acuerdo entre los agentes sociales, a lo mejor es que hay que tomarse un poco de tiempo, hasta el momento en que tengamos enfilada la recuperación económica y haya una mayor certidumbre”, sostuvo. En la misma línea se manifestó el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos: “cualquier momento que nos permita tener una mejor visión sobre la situación económica nos ayudará con una medida de ese calado”, expresó.
Calviño dijo tener un compromiso “muy claro” con la subida del SMI, actualmente situado en 950 euros mensuales por catorce pagas, pero “la cuestión es si, en las actuales circunstancias económicas, es el momento adecuado y oportuno” para incrementar esta renta mínima.
La ministra indicó que no es lo mismo elevar el SMI en un contexto de crecimiento económico que hacerlo cuando existe una previsión de caída del PIB de dos dígitos. “Nosotros tenemos que tomar una decisión que sea la adecuada desde el punto de vista del interés general y nuestra prioridad debe ser impulsar el crecimiento económico y el empleo”, apuntó Calviño.
Preguntada por si las empresas podrían asumir un incremento del SMI de 9 euros mensuales, que es lo que aumentaría de elevarse esta renta lo mismo que las pensiones, el sueldo de los funcionarios y la previsión de IPC para 2021, la vicepresidenta fue muy clara: “No estamos hablando de que se lo permitan o no las empresas, sino que estamos hablando de imponer una decisión a empresas que no saben si abren o no el año que viene, si contratan o no”. Por ello, la ministra rechazó subir el SMI si los agentes sociales no se pongan de acuerdo, algo más que probable dado que los sindicatos piden subirlo un 1,8% y la CEOE es partidaria de congelarlo.