La energía eólica ya es una firme realidad en todo el mundo y el País Vasco cuenta con diferentes compañías en toda la cadena de valor del sector plenamente competitivas a nivel internacional. La más reciente es el grupo Haizea Wind. Con instalaciones en el puerto exterior de Bilbao, así como en Gipuzkoa, Araba y Burgos, la empresa está dirigida desde hace unos meses por el ingeniero bilbaíno Borja Zarraga, un destacado profesional con 20 años de experiencia en la reputada ingeniería vasca Sener. Zarraga analiza la coyuntura desde una empresa que termina el año "trabajando al 100% y con carga de trabajo para todo 2021 en la mayoría de nuestras plantas".
¿Qué es Haizea Wind a día de hoy?
—Una iniciativa empresarial vasca muy joven, -la compañía se puso en marcha en 2018 y cuenta con una edad media de la plantilla de 32 años-, en fase de crecimiento en un sector de gran futuro como es el de la energía eólica. Básicamente, fabricamos torres eólicas onshore, principalmente en Aranda, y cimentaciones y torres off-shore, en Bilbao; aunque desde la adquisición de la firma guipuzcoana WEC, especializada en fundición y mecanizado, trabajamos en ofrecer una oferta más completa e integrada a los grandes fabricantes de aerogeneradores.
El grupo es un importante generador de empleo.
—Pues sí. Somos un grupo industrial vasco con sede en Bilbao que emplea ya a cerca de 1.000 personas entre las tres empresas que lo configuran: la vizcaína Haizea Wind, sita en el puerto de Bilbao, en Zierbena; la guipuzcoana WEC, con plantas en Itziar-Deba y en la localidad alavesa de Agurain, y la burgalesa Tecnoaranda, en Aranda de Duero. Además estamos presentes en Argentina con un socio local, Sica, aunque por la situación del país americano desde allí se está trabajando para EE.UU.
El presente 2020 está siendo un año muy complejo por los efectos en la economía y en la logística de la pandemia de coronavirus. ¿Cómo termina el año Haizea Wind?
—La verdad es que hemos logrado cumplir con los presupuestos tanto de producción como de resultados, y de hecho en cuanto a carga de trabajo estamos muy bien.
¿Las perspectivas para 2021 son positivas?
—Sí. Esperamos entrar ya en beneficios y con una cartera de pedidos potente. En la planta de Bilbao el 75% de la carga de trabajo del próximo ejercicio ya la tenemos contratada. Además disponemos también del 50% de 2022 y mejores perspectivas para 2022-24. En el caso de WEC, tenemos ya contratadas 31.000 toneladas, de las 35.000 que hacemos, y en Tecnoaranda, casi el 100% de la producción del año 2021 ya está vendida. En cifras, este año cerraremos con una facturación en el grupo del orden de unos 120 millones de euros y esperamos incrementarla al menos un 10% en 2021.
¿Qué fabrican en la sociedad guipuzcoana?.
-En WEC elaboramos productos de fundición para la eólica terrestre y, ahora, también para off-shore. En concreto, hacemos el buje y el eje del aerogenerador. Y de hecho somos uno de los primeros suministradores en el mundo de estas piezas para Vestas y Siemens Gamesa. Fabricamos cerca de 35.000 toneladas de fundición al año y la sociedad está con resultados positivos.
¿Cuál es el objetivo del grupo Haizea Wind para los próximos años?
-Estamos trabajando mucho pensando en el área de la eólica marina, en clientes significativos como Iberdrola y en mercados como el Reino Unido, con el objetivo de convertirnos en el fabricante de torres eólicas marinas de referencia en Europa, crecer y sumar en la integración de equipos para consolidarnos como un proveedor de primer nivel, un TIER 1, a nivel global.
Una de las ventajas competitivas de Haizea Wind es tener su planta en los muelles del puerto de Bilbao aunque estas últimas fechas ello les ha creado problemas añadidos.
-Es verdad que tener la fábrica al lado de un muelle donde pueden atracar buques grandes es una ventaja. Hay que tener en cuenta que nosotros, por ejemplo, exportamos, con datos de este año, el 87% de nuestra producción. Y esta exportación, básicamente se traslada por vía marítima. Son grandes piezas de acero pues una sección de una torre eólica puede tener hasta 50 metros de largo y unos 8,5 metros de diámetro. Dicho esto, estar en el puerto de Bilbao sí es una ventaja, siempre y cuando se opere con normalidad y eficiencia, pero trabajar en el puerto vizcaíno, y pese al esfuerzo de sus responsables, es más caro que en otros. Y si le sumas una huelga de la estiba la situación se complica. Este último paro ha afectado mucho, y para mal, a la imagen del puerto en el exterior y eso no nos ayuda a las empresas que operamos a través del mismo. Hay que entender que hay casos donde entregamos las piezas en el muelle del puerto de Bilbao en un plazo concreto y si el cliente no las puede recoger en las fechas previstas....
¿Tienen problemas para encontrar personal cualificado en el País Vasco porque en su sector se ha llegado a fichar trabajadores expertos de la competencia?.
-Es cierto que en algunas especialidades muy técnicas ligadas a la Formación Profesional sí hemos tenido problemas. Por ejemplo, no es fácil encontrar soldadores de arco sumergido, pero la apuesta de la compañía es formar el personal en el seno de la propia empresa y no tener que recurrir como usted dice a fichajes.
La energía eólica instalada en el mundo creció un 10% en 2019, hasta situarse en 651 GW, según datos del Global Wind Energy Council (GWEC). ¿Cómo ve la evolución de este sector en los próximos años?
-Los datos están ahí. Este es un sector en crecimiento, con mucho futuro, porque la generación de energía eléctrica mediante renovables es un proceso imparable en el mundo. Como es un mercado global consideramos que se va hacia un proceso de concentración en el que se van a consolidar tres grandes grupos productores de aerogeneradores en el mundo: Vestas, Siemens Gamesa y General Electric, más los chinos, y nosotros queremos estar ahí como un proveedor global de primer nivel.
¿El futuro está en la eólica terrestre o en la marina?.
-Nosotros trabajamos fabricando equipos onshore y offshore pero pensamos que en los próximos años, el mayor crecimiento en Europa y Estados Unidos va a llegar de la mano de la eólica offshore tradicional, -la flotante todavía no la vemos como alternativa al menos a corto plazo-, con aerogeneradores cada vez de mayores dimensiones, de entre 10 y 14 Mw. En la terrestre, en pocos años tocará repotenciar los primeros equipos instalados que están situados en parques con buen nivel de viento y de los que se conoce muy bien su rendimiento.
Que Haizea Wind es una empresa bien posicionada en un sector de futuro está claro viendo, -por citar solo a empresas tractoras cercanas-, las grandes inversiones en eólica anunciadas por Iberdrola y Siemens Gamesa pero ¿cómo están evolucionando los precios?
-Una de las causas de la gran competitividad de la energía eólica es que los precios, al industrializarse los procesos y superarse la curva de aprendizaje, se han reducido notablemente pero ahora hay una presión a la baja de los precios en la cadena de valor del sector eólico muy acusada y difícilmente sostenible. Para alcanzar los objetivos previstos todos debemos hacer un esfuerzo para que el proceso sea win-win para todo el sector. En fundición, los dos principales rivales de WEC en Europa están en concurso de acreedores o en fase de desmantelamiento. Esto hay que tenerlo en cuenta.
"En Haizea Wind tenemos carga de trabajo ya para prácticamente todo el próximo año 2021"
"En 2021 esperamos elevar la facturación un 10%, llegar a las 1.000 personas en plantilla y entrar en beneficios"
"Nuestro objetivo es situarnos como el fabricante de torres eólicas offshore de referencia en Europa"