Excelencia

La internacionalización del Sistema Vasco de Ciencia, Tecnología e Innovación se perfila como un elemento clave para mejorar la posición de Euskadi, desarrollando nuevas colaboraciones y accediendo a conocimiento que contribuya a mejorar el nivel de excelencia de la I+D.

44%

De total de firmas que conforman el tejido empresarial vasco un 44% se identifican como innovadoras, la mayor parte de ellas de mediana y pequeña configuración. En los últimos años su número ha ido mermando.

En el conjunto de países europeos, las compañías innovadoras son casi la mitad de su conglomerado productivo.

a reducción de inversión en I+D que se registró en Euskadi entre 2013 y 2015 como consecuencia de la anterior crisis y que posteriormente no ha recuperado su nivel ha tenido como consecuencia la caída, por primera vez, de la CAV en el ranking de innovación que elabora la Comisión Europea para situarse como una "región de innovación moderada". Este retroceso se constata en el informe de innovación que cada dos años elabora la Agencia Vasca de la Innovación Innobasque y que se ha dado a conocer recientemente en el transcurso del Global Innovation Day celebrados en Donostia el pasado mes de noviembre.

Esta caída en los esfuerzos por impulsar la innovación vasca, además, tuvo un mayor impacto que en otras regiones europeas por las características específicas del tejido empresarial de la CAV, mucho más dependiente de la financiación pública que otras economías europeas lo que le convierte en más vulnerable a recortes públicos. El informe refleja que, si bien los indicadores que analiza la Unión Europea para situar a las regiones comunitarias en diferentes calificaciones han mejorado en Euskadi, lo han hecho en menor medida que el resto, lo que desplaza a la CAV un puesto por debajo a la zona de innovación moderada. Junto con este alto grado de dependencia, Innobasque recuerda que en la CAV la mayor parte de las empresas que invierte en I+D son medianas y pequeñas, la mayoría de las que conforman el tejido empresarial vasco, y por lo tanto más necesitadas del apoyo de las instituciones que grandes compañías con otras estructuras financieras.

Por este motivo, las políticas de austeridad inciden de un modo más agudo en este modelo de empresa. Innobasque señala que entre 2014 y 2016 en Euskadi el porcentaje de firmas innovadoras era del 44,1%, por debajo del 49,5% registrado en Europa.

Y aunque con la recuperación de la anterior crisis el interés en la I+D ha crecido en la CAV, aún no se recuperan los niveles europeos. Según un informe del Instituto Vasco de Estadística Eustat, la inversión vasca en I+D en 2018 fue el equivalente al 1,85% de su PIB, mientras que en Europa este porcentaje se situaba en el 2,18%.

Esta pérdida de inversión innovadora puede provocar a medio plazo una caída en la competitividad de la economía vasca, y según Innobasque, "existe la necesidad de situar Euskadi a nivel de los países europeos más innovadores y recuperar el terreno perdido durante la anterior crisis económica".

La Agencia Vasca de Innovación sugiere como una de las primeras acciones para revertir la situación el diseño de un programa de lucha contra las consecuencias económicas provocadas por la pandemia del coronavirus que combine "las necesarias medidas de choque con acciones más a largo plazo que nos aseguren la competitividad futura".

Considera, además, que debe doblegarse el esfuerzo para conseguir este objetivo porque "las crisis no favorecen la innovación", y no inducen a un incremento de la actividad innovadora en las empresas con independencia de su tamaño, ni en Euskadi, ni en Europa.