- Los datos de recaudación de agosto confirman los peores presagios y las haciendas forales vascas mantienen su previsión de recaudar este año un 20% menos que en 2019. Las diputaciones de Araba y Gipuzkoa completaron ayer la foto -Bizkaia hizo público su balance la semana pasada- con un informe mensual sin sorpresas. Las administraciones vascas ingresarán este año 3.000 millones de euros menos y el Gobierno Vasco asumirá la mayor parte del agujero, unos 2.100 millones. Los presupuestos de ayuntamientos, diputaciones y Ejecutivo autonómico sufrirán este año el impacto de ese desajuste y también condicionará el diseño de los de 2021.

Los efectos económicos de la pandemia son cada vez más evidentes y, aunque las administraciones vascas cuentan con remanentes, los márgenes de endeudamiento se han ampliado y se espera la llegada de la ayuda del fondo de reconstrucción de la UE, lo cierto es que la situación es muy complicada y los diferentes gobiernos se verán obligados a priorizar su gasto. Otra crisis, nuevo embudo en la gestión de los presupuestos públicos, que estarán centrados en el rescate de familias y empresas afectadas por el covid y en el estímulo de la economía. Sin olvidar cuestiones como la Sanidad, la primera línea de batalla contra esta recesión coyuntural y atípica, pero que está erosionando la estructura de muchas compañías.

En concreto, las tres haciendas forales de la CAV recaudaron entre enero y agosto casi 8.070 millones de euros menos que el año pasado. El descenso es del 16,6% menos, unos 1.611 millones, cuando la previsión para el conjunto del año era crecer en torno a un 2%.

Y lo peor es que, aunque en agosto mejoró el balance, las diputaciones mantienen sus estimaciones, que apuntan a un desplome del 20% en diciembre. Lo que, si se añade que no se alcanzará objetivo, supone un desequilibrio del 22% en relación a la base de ingresos con la que se elaboraron las cuentas públicas del entramado institucional vasco.

Bizkaia y Araba se mueven en ese entorno del -20%, pero Gipuzkoa registra una caída del 10,6% en agosto. Según explicaron desde la Hacienda guipuzcoana no hay ningún brote verde en ese dato, ya que lo que ocurrió el mes pasado es que se contabilizaron operaciones de IRPF e Impuesto de Sociedades que se habían aplazado para dotar de mayor liquidez a las familias y las empresas. Ese colchón extra desaparecerá los próximos meses y por ello el balance del curso se acercará a los niveles de los otros dos territorios históricos.

En el análisis por impuestos, Euskadi recaudó 2.250,8 millones de euros en concepto de IRPF, lo que supone 99 millones menos que hace un año y un descenso del 4,42%. En este sentido, cabe destacar que mientras que el Impuesto de la Renta de Bizkaia y Araba siguió la dinámica del resto de tributos, en Gipuzkoa se registró un incremento de casi un 3%, debido a los aplazamientos que han computado en agosto y que en las otras dos diputaciones han contabilizado en meses anteriores.

El Impuesto de Sociedades, que grava los beneficios empresariales, ha supuesto hasta agosto unos ingresos en Euskadi de 799, 4 millones menos, con una caída de 221 millones (-21,6%). Y en el caso del IVA, el termómetro del consumo, las haciendas forales han recaudado 2.435 millones, lo que supone una caída del 16,3%, 475 millones menos.

8.068

La recaudación fiscal de las tres haciendas vascas cayó un 16,6 % hasta agosto al ingresar 8.068,4 millones de euros, 1.610,8 millones menos que en el mismo periodo del año anterior debido al aplazamiento del pago de impuestos y a la disminución de la actividad económica debido a la pandemia.

Por territorios. El mayor descenso de la recaudación se registra en Araba, donde la caída ha sido del 19,6% al lograrse 1.201 millones; Bizkaia, ha ingresado 4.115,4 millones, es decir 991,1 millones y un 19,4% menos. En Gipuzkoa la bajada es mucho menor, del 10,6 % tras haberse recaudado 2.752 millones.