Las grandes empresas ultiman los preparativos para ofrecer a sus trabajadores una vuelta de las vacaciones lo más segura posible en un contexto marcado por el riesgo de rebrote del coronavirus, en el que el teletrabajo va camino de confirmarse como el gran aliado de la actividad económica.
Aunque muchas ya contemplaban por convenio la posibilidad de trabajar a distancia, la pandemia ha generalizado su uso entre las principales compañías del IBEX 35, las cuales reconocen a Efe estar reforzando este sistema para adaptarse a la incierta evolución de la emergencia sanitaria.
Según explican desde Telefónica, durante el confinamiento, en torno al 95 % de sus profesionales en España ha trabajado en remoto, mientras que unos 2.000 han alternado sus labores desde casa con la asistencia presencial para mantener todos los servicios esenciales.
Precisamente, el mantenimiento de determinadas actividades consideradas esenciales, como la industrial o la bancaria, durante el estado de alarma tampoco ha impedido que estos sectores apuesten por el teletrabajo.
Así, unos 25.000 empleados del Banco Santander y unos 112.000 del grupo llegaron a teletrabajar durante el pico de la pandemia, cuando la entidad contaba con cerca de un 54 % de sus oficinas abiertas al público, con plantilla rotatoria.
En términos similares BBVA, que a finales de abril sumaba 86.000 empleados trabajando en remoto en todos los países donde opera; en España, el porcentaje se situaba en el 98 % de los trabajadores de los servicios centrales, y el 89 % de los de las oficinas.
Más difícil ha sido para AENA dada su naturaleza de gestor aeroportuario, y es que durante la pandemia ha tenido que mantener operativos los aeropuertos, principalmente para vuelos esenciales y críticos como los que transportaban carga sanitaria, productos de abastecimiento de la población, rescates y repatriaciones, o emergencias, entre otros.
No obstante, más de 3.200 trabajadores de una plantilla de 7.867 se han acogido al teletrabajo, ámbito para el que la compañía prepara un plan para todos los centros de la red que será negociado con la representación laboral en los próximos meses.
En cambio, la pandemia ha sido para Repsol una oportunidad en la que poner en práctica su experiencia de más de doce años en el trabajo en remoto, programa que cuenta actualmente con casi 2.800 teletrabajadores de países como España, Argelia, Canadá, EE.UU, Francia o Malasia.
Unas cifras recientemente superadas, como muestra que entre el 11 de marzo y hasta el 18 de mayo, unos 7.000 empleados en España realizaran sus funciones desde sus domicilios.
Con el objetivo de prevenir cualquier posible inconveniente laboral, Endesa ha permitido a su plantilla acudir al centro de trabajo para llevarse el equipo necesario.
Además, ha diseñado un programa "cuerpo, mente y emociones", y ha facilitado a sus empleados el apoyo del psicólogo de la empresa y de la red interna de "coaching".
Del cuidado emocional también ha estado pendiente Aena, que ha invertido casi dos millones de euros para facilitar el teletrabajo, y ha puesto en marcha el proyecto "Despegando Recursos" para atender las necesidades de los trabajadores en la "nueva normalidad".
El Santander, por su parte, ha facilitado equipamiento, como pantallas, sillas, teclados y ratones, a quienes lo necesitaran, que tenían que asumir el coste del transporte; en total, ha recibido unas 11.800 solicitudes.
Aunque la mayor parte de la plantilla de Iberdrola disponía de portátiles y móviles, la compañía realizó una dotación especial para quienes aún no tenían ordenador, y reforzó su asistencia informática para facilitar el proceso.
Lejos de aparcarlo tras la vuelta de las vacaciones, las compañías contemplan mantener este sistema a partir del próximo mes.
Telefónica, que ha establecido tres etapas de retorno, se encuentra en una subfase en la que el 85 % de los empleados continuará con el trabajo a distancia; a ésta le seguirá una más avanzada desde septiembre en función de cómo evolucione la pandemia.
Esta etapa intermedia acabaría un 50 % de la plantilla de teletrabajo, sostiene la compañía, que dará comienzo a la última fase cuando la crisis sanitaria esté controlada.
Los últimos datos del Santander muestran que cerca del 80 % de la plantilla ya está incorporada, aunque lo ha hecho de forma flexible, a veces, por turnos, al tiempo que facilita el teletrabajo a quienes lo precisen por sus condiciones familiares.
Iberdrola también ha completado la reincorporación a las oficinas de Europa continental, y avanza en sus planes de regreso en otros países, como Reino Unido y Estados Unidos, donde están aproximadamente al 50 %.
Endesa, que durante el confinamiento tuvo a un 67 % de su plantilla teletrabajando y actualmente estudia una propuesta de con diferentes escenarios para una vuelta progresiva y flexible, aún cuenta con 4.891 empleados desempeñando sus funciones a distancia, esto es, un 49 %.
Repsol, cuyo regreso paulatino comenzó a mediados de mayo, tiene este verano un aforo máximo del 50 %, con lo que mantienen los turnos de empleados que trabajan presencialmente y en remoto.
Respecto a Aena, unos 3.000 trabajadores siguen teletrabajando en una modalidad mixta, en tanto que el BBVA, que tiene activas prácticamente todas sus oficinas, ha abierto los centros de los servicios centrales en España y en Turquía para la incorporación voluntaria de los empleados a fin de testar un modelo híbrido que combine el trabajo presencial y en remoto.