- El pasado 17 de junio comenzó una campaña pidiendo el boicot a la red social de Facebook bajo el hashtag #StopHateForProfit (no al odio por dinero), pero no despegó hasta el pasado viernes, cuando Unilever, uno de sus anunciantes, decidió retirar toda su publicidad de la plataforma. El "boicot" de anunciantes contra Facebook y otras redes sociales sigue ganando fuerza a raíz de las protestas antirracistas en EEUU y este domingo la cadena de cafeterías Starbucks anunció que suspenderá su publicidad en esas plataformas, como han hecho ya otro centenar de compañías, desde la gigante Unilever hasta Coca-Cola.

Starbucks indicó en un comunicado que va a "pausar toda la publicidad en plataformas de redes sociales" mientras debate "internamente, con socios mediáticos y organizaciones de derechos civiles en un esfuerzo por frenar la propagación de discurso del odio". "Creemos en unir a las comunidades, tanto en persona como online, y nos posicionamos contra el discurso del odio. Creemos que se debe hacer más para crear comunidades abiertas e inclusivas online, y creemos que los líderes empresariales y los legisladores necesitan unirse para hacer un cambio real", agregó la firma.

Starbucks fue el sexto mayor anunciante de Facebook el año pasado y gastó unos 95 millones de dólares en publicidad, por lo que la red social fundada por Mark Zuckerberg ingresó una cifra notablemente superior gracias a este negocio, de 70.000 millones.

La campaña #StopHateForProfit, organizada por diversas asociaciones de derechos civiles, critica la inacción de Facebook ante los mensajes que incitaban a la violencia y que se dispararon con los disturbios raciales a raíz del asesinato de George Floyd. Desde que grupos como la Liga Anti Difamación o la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, en inglés) lanzaron esta campaña, ya son más de 100 las compañías que han decidido pausar temporal o permanentemente sus anuncios en plataformas como Facebook y Twitter.

La retirada de anunciantes hizo reaccionar a Mark Zuckerberg, fundador y CEO de la compañía, nada inclinado a aplicar controles para evitar el uso de su plataforma para la intoxicación política y discursos de odio. El pasado viernes anunció, en un post en la red, una nueva política por la que prohibirá cualquier mensaje con contenido que, según los editores de Facebook, promueva la discriminación. Zuckerberg afirmó que la nueva política de prohibición estaba en estudio tres semanas antes de que empezara la campaña de boicot.

A raíz del movimiento impulsado por las diferentes marcas, las acciones de Facebook bajaron un 8% el pasado viernes, una pérdida de unos 49.000 millones de euros del valor de la empresa.