- Entre la lista de propuestas que tiene sobre la mesa el Gobierno Vasco para reactivar la economía está la ampliación del sistema de incentivos para la compra de coches eficientes. En concreto es el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, de quien en última instancia depende el reparto presupuestario, el que tiene en sus manos la propuesta elaborada por el área de industria. A estas alturas es seguro que se mejorarán las condiciones de acceso a las ayudas para dar un empujón al programa, lo que si es necesario irá unido a un aumento de los fondos globales. Sobre si se elevarán las cuantías por comprador (la media ahora ronda los 1.200 euros), el Gobierno Vasco indica que es una de las posibilidades aunque la decisión no está tomada.
"El objetivo es poder flexibilizar las ayudas", recalcan desde el departamento de Desarrollo Económico que dirige Arantxa Tapia, del que parte la propuesta. Esa flexibilización no irá en ningún caso encaminada a rebajar los requisitos de eficiencia de los modelos que se pueden beneficiar del Renove -"no vamos a fomentar la compra de coches contaminantes", aclaran desde el Gobierno-, una petición que venían reclamando algunos concesionarios. Descartada esa vía, el departamento de Tapia asume que es necesario buscar fórmulas para hacer más atractivo el plan para los consumidores.
Es una realidad que, a diferencia de lo ocurrido en 2019, esta segunda edición del Renove vasco de automoción presenta unas cifra muy inferiores a lo deseado. La crisis sanitaria ha paralizado el programa, pero hasta mediados de marzo el número de operaciones tampoco alcanzaban el ritmo esperado. A fecha del 13 de marzo se habían presentado menos de 500 solicitudes para el cambio de vehículo, cuando la partida asignada en 2020, un total de 5 millones, da margen para más de 4.000 operaciones.
La pandemia de covid-19 ha congelado el mercado, de manera que a estas alturas del año se ha dado luz verde a incentivos para unas 600 operaciones de compra con un gasto por parte de Lakua de 700.000 euros. La idea de la consejera Tapia es poder dar un acelerón a esos números "cuanto antes", para lo que se entiende habrá que modificar la convocatoria de 2020 para facilitar el acceso a los compradores.
¿Significa eso que se van a aumentar las ayudas por operación? La propia Tapia afirmó ayer en Euskadi Irratia que se "flexibilizarán las condiciones y se incrementarán las cantidades", aunque no avanzó cifras. En esta segunda edición del Renove se ofrecen 3.000 euros por la compra de un vehículo eléctrico, aunque el incentivo para los híbridos no enchufables y los gasolina y diésel con categoría energética A y bajas emisiones de CO2 es bastante menor, de 1.500 y 1.000 euros, en cada caso.
Desde el departamento de Desarrollo Económico se indicó a este periódico que el aumento de esas cuantías por vehículo es una posibilidad, aunque no es una decisión cerrada. Se recuerda que en estos momentos el área de Hacienda maneja un amplio número de propuestas de los distintos departamentos del Gobierno Vasco enfocadas a inyectar recursos públicos en los diferentes sectores económicos y ámbitos sociales, por lo que cuadrar números es una tarea tremendamente compleja. Además, la recaudación de las tres haciendas de la CAV va a resentirse este año, lo que termina de complicar la labor del equipo de Azpiazu.
Hay que tener en cuenta que, aunque queda presupuesto por cubrir hasta los 5 millones habilitados en un principio, cualquier incremento de los incentivos puede disparar la demanda y, con ello, el gasto al que hacer frente desde el Gobierno Vasco. No parece que la coyuntura económica vaya a favorecer que las familias y empresas opten por un cambio de vehículo en los próximos meses, aunque si es preciso se podría dejar la puerta abierta a ampliar ese presupuesto global de 5 millones.
"Era necesario antes y es necesario ahora. Y no solo para incentivar la demanda, también para renovar nuestro parque móvil, rebajar las emisiones y retirar coches viejos del mercado", señaló ayer Tapia en Euskadi Irratia en referencia a esta ampliación del Renove.
Más allá del incremento de la ayuda por operación, hay otros mecanismos para hacer más atractivo el programa que podrían tenerse en cuenta, como modificar los requisitos de antigüedad del vehículo que se va a achatarrar (más de 10 años, por norma general) o ampliar el abanico de precios de los coches que pueden entrar en el programa. También se podrían facilitar fórmulas que simplifiquen la compra desde el punto de vista de la financiación.
Con estas piezas trabajan ahora los departamentos de Hacienda y Desarrollo Económico, con el objetivo de dar un empujón a un sector que supone algo más del 12% del PIB de la CAV. Tanto desde el punto de vista del empleo, con más de 35.000 trabajadores, como de la recaudación, la automoción es uno de los pilares de la economía vasca.
"El Renove era necesario antes y lo es ahora para incentivar la demanda y retirar coches viejos"
Consejera de Desarrollo Económico