- Los números rojos acumulados por las Administraciones públicas en 2019 son aún mayores que los adelantados por el Gobierno. Eurostat corrigió ayer el dato que el Ministerio de Hacienda difundió el pasado 31 de marzo, que situaba el déficit en el 2,64% del PIB al cierre del año pasado. La oficina estadística de la Unión Europea lo elevó en casi 2.350 millones, dos décimas más, hasta el 2,82% (2,83% si se incluye la ayuda financiera), tras pedir que se revisaran algunos de los criterios aplicados para calcularla.
Es decir, en 2019 el desfase entre ingresos y gastos aumentó por primera vez desde 2012, año en el que España pidió a Bruselas rescatar su sector financiero. Además, fue el más alto desde 2016.
Este déficit presupuestario supone un incremento de tres décimas porcentuales respecto al desequilibrio del 2,5% registrado el año anterior y representa el segundo mayor desequilibrio negativo entre los países de la zona euro, solo por detrás del 3% de Francia, según los datos publicados por Eurostat.
En cifras absolutas, el desequilibrio negativo de las cuentas españolas se incrementó en 2019 a 35.195 millones de euros, frente al déficit de 30.495 millones del año precedente.
Hace tres semanas, el Gobierno informó de que el año pasado el déficit había aumentado en un 8% en comparación con 2018, escalando hasta los 32.882 millones de euros. Pero en la notificación del déficit y la deuda que ha hecho a la Unión Europea ha elevado el desfase hasta los 35.195 millones.
En este sentido, fuentes de Hacienda señalan que la variación del dato de déficit comunicado inicialmente y el publicado por Eurostat se sitúa dentro de la normalidad, añadiendo que la diferencia de 0,19 puntos porcentuales respecto del dato comunicado hace unas semanas se explica por un cambio de criterio en la forma de contabilizar unos Activos Fiscales Diferidos (DTA) y por la decisión del Gobierno de agilizar las devoluciones tributarias para combatir los efectos económicos de la pandemia.
El año pasado, por ejemplo, Eurostat rebajó en 0,15 puntos porcentuales el dato inicial de déficit de 2018, al igual que en 2015, mientras que en 2012 lo elevó en 0,24 puntos.
El déficit del conjunto de la UE se situó en 2019 en el 0,6%, al igual que la media de la zona euro, frente al 0,4% de 2018. España, según los datos actualizados de la oficina estadística europea, es el tercer país de la Unión con los números rojos más abultados. Solo le supera Rumania, con un 4,3%, y Francia, con un 3%.
En el extremo opuesto, 16 de los 27 miembros de la UE cerraron 2019 con superávit, incluyendo 11 de los 19 países del euro, encabezados por Dinamarca, con un saldo positivo del 3,7%, y Luxemburgo, con un 2,2% .
Por otro lado, la deuda pública española ascendió en 2019 a un total de 1,18 billones de euros, lo que equivale al 95,5% del PIB, frente al 97,6% de 2018. No obstante, en términos absolutos el endeudamiento de España aumentó en 15.514 millones durante el pasado año.
De este modo, dentro de la eurozona solo Grecia (176,6%), Italia (134,8%), Portugal (117,7%), Bélgica (98,6%), Francia (98,1%) registraron una ratio de deuda en 2019 por encima de la de España, que igualó el 95,5% de Chipre. Por el contrario, los menores ratios de endeudamiento de la eurozona se observaron en Estonia (8,4%) y Luxemburgo (22,1%).
En el conjunto de la UE, el volumen de deuda aumentó en 2019 a 10,83 billones de euros, frente a los 10,73 billones del año anterior, aunque la ratio de endeudamiento público disminuyó al 77,8% desde el 79,6%. Asimismo, en la zona euro la ratio de deuda pública bajó en 2019 al 84,1% desde el 85,8% de 2018, a pesar de que el volumen de deuda creció a 10,02 billones de euros, frente a los 9,93 billones de un año antes.
Dos años sin presupuestos. El déficit se explica por un aumento del gasto por encima de los ingresos y por la imposibilidad de encontrar nuevo sustento para las arcas públicas. El Gobierno aprobó en 2019 la subida del sueldo de funcionarios y el anterior Ejecutivo de Rajoy actualizó las pensiones con el IPC y fue obligado por el TS a devolver el IRPF de las prestaciones por maternidad. La factura disparó el gasto, pero no encontró alivio en una subida de ingresos. Además, Sánchez no ha logrado aprobar unos nuevos Presupuestos tras casi dos años en el poder, que, según el Gobierno, hubieran supuesto un balón de oxígeno de unos 6.000 millones adicionales.