- El Gobierno Vasco no ha olvidado en esta complicada coyuntura económica a uno de los colectivos más duramente golpeado por esta paralización de la actividad por los efectos de la pandemia de coronavirus como es el de los autónomos. Por ello ha articulado una serie de ayudas para que puedan hacer frente al abono de las cuotas a la Seguridad Social y a los alquileres, tal y como adelantó DNA en una reciente entrevista al director general de Lanbide, Borja Belandia.
El colectivo de autónomos en Euskadi todavía no se había recuperado totalmente de la crisis de 2008 pues, según un informe de la principal asociación del sector, ATA, el número de autónomos se había reducido en la CAV en unos 11.000, al pasar de 181.000 a 170.000 en el cierre del último ejercicio. En términos relativos, el descenso ha sido del 6,1% y el sector más afectado es el de la industria, que registra un 45% de las bajas
A la vista de estos números y ante la complicada problemática que se avecina para el colectivo de autónomos en Euskadi, el director de Lanbide, Borja Belandia ya señaló que "los gastos siguen corriendo y en muchos casos no tienen ingresos por lo que vamos a plantear medidas para prestarles apoyo tanto con las cuotas de autónomos como con el alquiler de sus locales. Al menos para que después puedan retomar su actividad cuanto antes".
En este contexto, las medidas hechas públicas ayer por el lehendakari, Iñigo Urkullu, no olvidan ni a los autónomos, ni a las pymes que configuran la gran mayoría del tejido empresarial vasco. De hecho, dentro del paquete de actuaciones que va a acometer el Urkullu que incluye la configuración de un fondo especial por importe de 586 millones de euros, se contempla la aportación de ayudas a los autónomos vascos. Apoyos que se gestionarán a través de Lanbide y cuya finalidad será la de poder ayudar al colectivo a afrontar el pago de las cotizaciones y de los alquileres que tengan que asumir, como compensación a las pérdidas por el cierre de sus negocios.