madrid - El Gobierno de PSOE y Podemos dio algunas pistas ayer sobre cómo va a abordar la patata caliente de las pensiones. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, planteó como reto principal estirar la edad real de jubilación para acercarla a la edad legal (67 años a partir de 2027), proponiendo nuevos incentivos para quienes decidan de forma voluntaria trabajar más allá de lo que les corresponde por ley. En cuanto a las subidas anuales, el ministro apuntó que antes de que acabe 2020 se fijará una fórmula estable de revalorización siguiendo las directrices del Pacto de Toledo.

"La Seguridad Social es solvente", insistió ayer el ministro Escrivá, que encara seguramente uno de los frentes más delicados de todos los que tiene por delante el Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez. Y es que el Gobierno se mueve entre dos fuegos a la hora de construir su discurso sobre pensiones. Por un lado aprieta la calle y aprieta un colectivo de pensionistas que ya ha demostrado su capacidad de movilización. Por otro, se intensifican los mensajes como el lanzado por la Comisión Europea esta semana advirtiendo de que el sistema es inviable si no se hacen recortes.

En ese contexto el Ejecutivo de coalición ha avanzado poco en relación a las medidas que piensa tomar en esta materia. Habrá concesiones a los pensionistas, parece seguro, pero no está claro hasta qué punto se va a romper la ortodoxia económica.

Sobre la fórmula de revalorización de las pensiones, uno de los ejes de la reforma de Mariano Rajoy y principal batalla de las plataformas de pensionistas, que reclaman recuperar el IPC como referencia, el ministro avanzó ayer que tiene previsto aprobar antes de que termine este año un nuevo sistema de revalorización con carácter "estable" e "indefinido". Escrivá no dejo claro si se volverá a la inflación, aunque sí insistió en que se legislará de acuerdo a lo establecido en el Pacto de Toledo, que se pronunció a favor del IPC.

La comparecencia de Escrivá en el Congreso, en la que detalló los objetivos de su Ministerio para la legislatura, se producía un día después de que Bruselas sacara la tarjeta amarilla al Ejecutivo progresista por sus planes en materia laboral y de pensiones. En concreto, la Comisión carga precisamente contra la intención de volver a ligar las pensiones con el IPC por el sobrecoste que generaría al sistema. Tampoco gusta en Europa que se haya retrasado la aplicación del factor de sostenibilidad -una fórmula que iría recortando las nuevas prestaciones de manera progresiva- y que iba a entrar en vigor inicialmente en 2019.

Ayer, Escrivá lanzó un mensaje de tranquilidad y, aunque reconoció que el gasto en pensiones va a seguir creciendo, afirmó que si se toman las medidas correctas las prestaciones seguirán siendo "suficientes" sin poner en peligro el sistema. Es evidente que para ello habrá que reforzar los ingresos pero también se está pensando en la vía del ahorro. La apuesta principal del nuevo Gobierno pasa por lograr que la gente trabaje más años de manera voluntaria sin tocar la edad legal de jubilación. Es decir, la reforma de José Luis Rodríguez Zapatero se mantiene, y con ella la hoja de ruta que va retrasando la edad ordinaria de jubilación de 65 años a 67, techo que se alcanzará en 2027.

Con ese marco legal, el Ejecutivo aprobará nuevos incentivos para quien trabaje más allá de lo que le corresponde con la ley en la mano, lo que serviría para empujar hacia delante la edad efectiva media de jubilación, actualmente de 64 años y medio -por efecto de las jubilaciones parciales y anticipadas-. Aunque el objetivo de acercar la edad real de jubilación a la legal es una meta compartida también por los anteriores gobiernos, sí parece que el tándem PSOE-Podemos llega decidido a explotar esta vía de ahorro. Actualmente los estímulos para quien opte por alargar su carrera laboral son "escasos", afirmó Escrivá. "Algunos se desconocen y otros están mal diseñados", dijo.

Además, el ministro insistió en la idea de que la inmigración será clave para sostener el nivel de trabajadores y de ingresos ante la oleada de jubilaciones que se esperan a mediados de esta década, coincidiendo con el retiro de la generación del baby boom.

LOS CAMBIOS

El complemento de maternidad

Discriminatorio. El Gobierno rediseñará el complemento de maternidad de las pensiones de entre el 5% y el 15% que cobran las mujeres que han tenido dos o más hijos. El Tribunal de Justicia de la UE dictaminó el pasado mes de diciembre que el complemento de pensión que se concede en España a las madres beneficiarias de una pensión de invalidez que tengan dos o más hijos debía reconocerse también a los padres que se encuentren en una situación idéntica. La Justicia europea respondió así a un juzgado de Girona que elevó una pregunta al tribunal de Luxemburgo sobre un asunto que enfrenta a un trabajador y al Instituto Nacional de Seguridad Social. A este trabajador se le concedió una pensión de incapacidad permanente de 1.603 euros y pidió al INSS que se le reconociera el derecho a percibir un complemento del 5% por ser padre de dos hijas. La Seguridad Social rechazó la solicitud aduciendo que el complemento se concede solo a mujeres.

retrasar la edad real

Ahora, 64 años y medio. Por efecto de las jubilaciones anticipadas, la media de jubilación real en España es ahora de algo más de 64 años. El objetivo es retrasar esa media para acercarla a la edad legal de jubilación.

en 2027

67

Es la edad legal de jubilación que se alcanzará en 2027, terminado el ascenso progresivo de la reforma de Zapatero. Actualmente está en 65 años y 10 meses. Pueden mantener la jubilación a los 65 quienes hayan cotizado más de 38 años y medio.