madrid - El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reafirmó ayer su compromiso de subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta el 60% del salario medio neto que establece la Carta Social Europea y aseguró que cumplirá “con la palabra dada”. “El horizonte está clarísimo: el 60 % del salario medio a final de la Legislatura y habrá que hacerlo en el marco del diálogo social, con empresarios y sindicatos”, reiteró durante la rueda de prensa que ofreció ayer tras el primer consejo de ministros del nuevo Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos.
El jefe del Ejecutivo recordó la “hoja de ruta” firmada por ambas formaciones políticas en la que solo se señala un aumento del 60 % respecto al salario medio a final de la Legislatura y no se menciona la Carta Social Europea ni se concreta ninguna cifra.
Los cálculos son diversos, ya que mientras Unidas Podemos había establecido en su programa electoral que debería situarse en 1.200 euros a lo largo de cuatro años, los sindicatos plantean cifras diferentes. CCOO cree que actualmente el salario medio neto es de unos 1.003 euros, un importe que coincide con el del acuerdo de subida firmado con el Gobierno, pero UGT lo cifra en torno a 1.150 euros.
“Tenemos 1.400 días para ponerlo en marcha, pero también es importante planificar y vamos a impulsar y fortalecer el diálogo social”, puntualizó Sánchez, que incidió en que el nuevo Gobierno activará mecanismos de diálogo para llegar a ese compromiso, aunque recalcó que acaban de empezar y que “quedan muchas semanas por delante”.
“Iremos paso a paso”, aseguró en diferentes ocasiones, aunque zanjó que “el compromiso es firme y vamos a cumplir con la palabra dada”. Sánchez, que añadió que en las próximas semanas habrá muchas leyes en beneficio de la mayoría social del país, confía en que sean apoyadas por la mayoría de fuerzas políticas, ya que muchas de ellas “trascienden las ideologías”.
Precisamente ayer la Comisión Europea dio el primer paso para que en el futuro todos los países de la UE establezcan un salario mínimo “justo” mediante la apertura de una consulta pública sobre sus planes con sindicatos y patronales comunitarios.
La idea, una de las propuestas destacadas del nuevo Ejecutivo comunitario, no es fijar un salario mínimo común en todos los países -de hecho, la UE no tiene competencias salariales- sino asegurar que los existentes en cada Estado permiten tener unos ingresos decentes.
Aunque la Comisión no plantea una cifra, el ahora vicepresidente de la institución Frans Timmermans propuso el año pasado que el salario mínimo fuese de al menos el 60 % del sueldo medio del país, que ahora no se alcanza en la mayoría de ellos. En la mitad de los países, el salario medio no llega al 50 % y, en algunos -como Alemania o Luxemburgo-, no permite evitar el riesgo de pobreza.
La consulta es el primer trámite de un proceso que durará meses hasta elaborar una propuesta que tenga en cuenta las sensibilidades de los Veintiocho, entre los que la situación es muy diferente.
“Nunca se planteó introducir un salario mínimo con una única cifra en la UE. En cambio, trabajamos sobre un marco legal para un salario mínimo en Europa. No todos los Estados lo tienen establecido por ley”, comentó en una rueda de prensa el comisario europeo de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit.
La gran mayoría de países de la UE tiene un salario mínimo, a excepción de Austria, Dinamarca, Finlandia, Italia y Suecia, dónde se fijan a través de convenios colectivos, y Chipre, que establece importes reglamentarios para diferentes empleos. Mientras Italia y Chipre están planteándose introducir un salario mínimo general, los países nórdicos y Austria defienden que su sistema de negociación colectiva ha funcionado durante décadas y se niegan a modificarlo.
Los ingresos mínimos en esos países se encuentran entre los más altos de la UE, con Dinamarca a la cabeza (27.341 euros netos al año), seguida de Luxemburgo (21.489 euros), mientras que los más bajos se dan en Bulgaria (2.902 euros netos anuales), Rumanía (3.252 euros) y, en general, en el este del continente. En España, el país que más subió el salario mínimo en 2019, a 900 euros mensuales, los ingresos netos anuales con este sueldo son de 11.573 euros. - Efe/DNA
subida en 4 años. Podemos había establecido en su programa electoral que debería situarse en 1.200 euros a lo largo de cuatro años.