Bilbao - El secretario general de UGT Euskadi, Raúl Arza, exigió ayer dar “una dimensión social” al problema de la siniestralidad laboral para que “seamos capaces entre todos de sacarlo de los centros de trabajo, las empresas y el ámbito laboral” porque “no se puede consentir que se produzcan en España cada año prácticamente 650 muertes laborales y cerca de 3.000 accidentes graves y no se le dé la suficiente importancia”. Arza encabezó una concentración de delegados del sindicato ante la sede de UGT en Bilbao para denunciar las cuatro muertes registradas en Euskadi en los nueve días que van de 2020. Portando una pancarta con el lema En el trabajo, accidentes cero-Lan istripu gehiagorik ez!!!, Arza denunció que esta siniestralidad laboral “es consecuencia sobre todo y principalmente de la situación que se está dando en un mercado de trabajo con una fuerte rotación, parcialidad y una alta temporalidad”.
En ese sentido, afirmó que esa realidad laboral “está teniendo sus consecuencias en forma de accidentes laborales, de aumento de estrés entre los trabajadores y de un aumento exponencial de los accidentes, las enfermedades profesionales y los riesgos psicosociales que están apareciendo cada vez más en el mundo del trabajo”. El secretario general de UGT Euskadi recordó que las cuatro muertes ocurridas en lo que va de año han sido debidas a causas muy diversas entre sí, como un infarto, in itinere, y otro que estaba trabajando sin las debidas medidas de seguridad en un día marcado como festivo, según el convenio de la construcción. En este punto, exigió “extremar las medidas preventivas porque desde UGT Euskadi vienen diciendo “alto y claro que este problema necesita una dimensión social como se supo hacer con la violencia de género”. Igualmente lamentó que a la siniestralidad laboral no se le dé la suficiente importancia, ni siquiera en los parlamentos, donde no se habla en ningún momento de los trabajadores que pierden su vida en accidentes laborales”. Arza añadió que “un problema de estas características, que ha dejado casi 2.000 trabajadores muertos en España en tres años, merece que las administraciones públicas, las empresas y las organizaciones sociales se lo tomen en serio y se adopten entre todos medidas para atajarlo, como endurecer las multas a las empresas por el incumplimiento de las medidas de seguridad laboral o las inspecciones de trabajo. El secretario general también se mostró crítico con la sentencia del Tribunal Constitucional que avala el despido por baja laboral y pidió al nuevo gobierno que derogue ya esta medida, porque no tiene que esperar a ningún diálogo social”.
Desde su punto de vista, esa resolución “es una medida sangrante totalmente injusta que exigimos al nuevo gobierno que elimine en los primeros consejos de ministros” porque que un empleado “pueda ser despedido por el mero hecho de estar enfermo se está traduciendo en que muchos trabajadores están acudiendo a sus puestos por miedo al despido y ante la amenaza de perder sus empleos si no acuden”.- DNA