Aparentemente ajeno a las turbulencias que otros sectores industriales vienen sufriendo en los últimos tiempos como consecuencia de la aparición de ingerencias externas del tipo brexit, trabas arancelarias o inquietantes guerras comerciales como la que hoy protagonizan Estados Unidos y China, el sector aeronáutico parece seguir a lo suyo, casi como instalado en otra dimensión, con un rumbo bien marcado en el horizonte y unas perspectivas de crecimiento realmente halagüeñas para los próximos años, lo que permite a sus empresas contemplar el futuro con relativo optimismo. En este contexto, Aernnova se encuentra entre ese grupo de compañías privilegiadas en Euskadi que contemplan la llegada del próximo año no con la incertidumbre y las dudas que el resto, sino con la certeza de saber que su crecimiento volverá a ser una realidad si está a la altura de lo que el mercado exige, que en su caso es lo mismo que firmar la excelencia. El más mínimo error cuando se trabaja para gigantes como Boeing, Airbus o la emergente Comac china es un lujo que, hoy por hoy, la aeronáutica alavesa no se puede permitir.

En palabras de Iñaki López Gandásegui, presidente de Aernnova, durante una jornada celebrada hace unos meses en la Cámara de Comercio de Bilbao, el mercado aeronáutico mundial seguirá una senda de crecimiento más o menos constante en los próximos veinte años, hasta el punto de que se estima que serán necesarios, como mínimo, 35.000 nuevos aviones comerciales para atender al aumento del turismo y los viajes de la clase media. Se calcula en este punto que el 62% de todos los viajes que se realicen en el año 2036 se harán en avión, lo que supondrá una garantía de "una gran demanda" para empresas como la alavesa, especialmente en países emergentes de Asia, que con sus cerca de 4.500 millones de habitantes es, sin duda, "un gran comprador de aviones", reconoció el ejecutivo.

4.500 trabajadores En este contexto, el ejercicio que está a punto de concluir sirve como referencia para constatar la buena salud de Aernnova, empresa líder especializada en el diseño y fabricación de aeroestructuras -fuselaje, alas y empenajes- y un proveedor clave, como se decía, para los principales fabricantes. Con 683 millones de euros de facturación el pasado 2018 y más de 4.500 empleados distribuidos por el mundo -1.500 en Euskadi-, la firma alavesa está presente en España, México, Estados Unidos, Brasil y China, países donde este año ha llevado a cabo varias operaciones de compra de empresas del sector y tomado parte en programas de futuro como el impulsado por Comac para el C919 -supuestamente el modelo ideado por el gobierno chino para competir con el A350 de Airbus y el Boeing 787, o el futurista AS2 de Aerion, un jet ejecutivo supersónico llamado a recuperar la hegemonía que en su día tuvo el Concorde. El padre de este modelo valorado en 120 millones de dólares es la empresa norteamericana Aerion Supersonic, pionera en una nueva generación de aviones ultrarápidos (alcanzan velocidades Match 4, es decir, cuatro veces más rápido que la velocidad del sonido), económicos y responsables con el medio ambiente que ha confiado en la experiencia y la demostrada trayectoria de Aernnova para diseñar y fabricar el fuselaje central de este reactor. Si todo transcurre según los plazos previstos, el espectacular AS2 Supersonic Business Jet podría cruzar las dos costas del Atlántico en apenas tres horas en el año 2024.

Un desafío en toda regla también para la aeronáutica con sede en el Parque Tecnológico de Álava que llega en un momento crítico para la aviación comercial, en el centro de todas las miradas por sus daños al medio ambiente, el ruido -el sector afirma tener solución para evitar el conocido como estampido sónico, el estruendo que provocaba el Concorde cuando rebasaba la velocidad del sonido-, así como su desorbitado consumo y sus emisiones contaminantes.

apuesta internacional En este contexto, y aún estando la aeronáutica en continuo avance tecnológico con unas previsiones de futuro altamente satisfactorias, el sector aeronáutico ha tenido un comportamiento desigual en el presente año, según qué programas. "No podemos olvidar el cese definitivo de la producción del Airbus 380 -en el megajumbo europeo trabajan 655 personas de la propia Aernnova y de Alestis en Álava- ni la incertidumbre que pesa sobre la fecha de vuelta al servicio del Boeing 737 Max", reflexiona en este sentido Javier Fernández de Retana, director de Relaciones Institucionales de Aernnova. Así y todo, y tomando distancia ante este tipo de circunstancias, la valoración que la firma alavesa hace del ejercicio que apura sus últimos días es que ha sido un año "importante" en varios sentidos. "Por un lado hemos avanzado en nuestra apuesta internacional, tanto con adquisiciones importantes como es la compra de la división aeronáutica de General Electric como en nuestra vertiente como proveedores de renombre a nivel internacional. Buen ejemplo de esta última idea se ha dado a conocer hace unos días a través de Aerion, que nos ha escogido para desarrollar el fuselaje central del AS2 Supersonic Business Jet", advierte Fernández de Retana con la satisfacción de seguir apuntalando la condición de Aernnova como proveedor de referencia "sin perder de vista los orígenes de la empresa", que a día de hoy mantiene su sede social en Álava.

De cara al ejercicio 2020, el reto que la aeronáutica se impone continúa siendo el mismo que en años precedentes, esto es, aumentar la competitividad para mantener la posición en el mercado. "Aquí seguimos trabajando para hacernos un hueco cada vez mayor a nivel internacional -Estados Unidos es un mercado clave para el desarrollo futuro de la empresa- sin perder nuestras raíces y apostando por una industria cada vez más y mejor desarrollada que sea emblemática y tractora en materias tan importantes y disruptivas como la tecnología 4.0", concluye Javier Fernández de Retana.

ENERO (Red de Innovación)

Junto a ITP, la Corporación Mondragon y centros tecnológicos como Tecnalia e IK4, Aernnova impulsó y lideró un consorcio en Euskadi para poner en marcha una red de innovación con el objetivo de impulsar y financiar proyectos de fabricación avanzada.

MARZO (Compra una ingeniería)

Aernnova apuntala su presencia en un país clave para el desarrollo de su modelo de negocio como Estados Unidos con la compra de la ingeniería SIE, con sede en California, y especializada en servicios y modificaciones de aviones para la industria aérea.

MAYO (Minisatélites)

La compañía con sede en el Parque Tecnológico de Álava saca provecho a su trabajo continuo en labores de investigación y desarrolla y patenta junto a la UPM un revolucionario motor para minisatélites que amplía su actual modelo de negocio.

SEPTIEMBRE (Salto a China)

El regreso del verano trajo consigo el anuncio (no confirmado) de la instalación de Aernnova en China a través de una 'joint venture' para proveer de piezas críticas al C919 de COMAC, el gran rival de Boeing y Airbus.

OCTUBRE (Aeroestructuras)

El pasado 3 de octubre, la aeronáutica presidida por Iñaki López Gandásegui compraba una empresa de aeroestructuras en el Reino Unido llamada General Electric Aviation, líder de estructuras para aviones civiles y militares. Esta operación supondrá un aumento de la facturación de unos 200 millones de euros.

DICIEMBRE (Jet supersónico)

Su última hazaña le ha vuelto a llevar a EEUU, en concreto a Nevada, sede de Aerion, que le ha escogido para diseñar y fabricar el fuselaje de un jet supersónico.