Madrid - La Sareb, en sus orígenes más conocida como el banco malo al servir para aglutinar los activos tóxicos de la banca española, ha decidido apostar por una nueva estrategia de negocio tras llegar al ecuador de su vida y pone ahora el foco en la promoción de inmuebles, la gestión urbanística de suelos e incluso la dinamización comercial de zonas difíciles.

La nueva estrategia está dirigida a preservar y aumentar el valor de los activos, y por tanto asegurar un mejor cumplimiento de la misión de Sareb, explica su presidente, Jaime Echegoyen. “Nuestro foco está en la transformación de los préstamos en activos más líquidos, en inmuebles, la promoción de nueva vivienda, y un impulso a la eficiencia con una gestión más territorial y un nuevo modelo de servicing, entre otras medidas de negocio”, añade.

Dentro de estos planes, la sociedad acaba de firmar una alianza con Värde Partners para constituir un fondo que destinará más de 800 millones a promover inmuebles, además de crear la promotora Árqura Homes. Esta compañía será clave en los próximos años de vida de Sareb pues prevé invertir 2.238 millones hasta 2027 para levantar más de 17.000 viviendas.

Pero, tras la constitución de Árqura, Sareb mantiene más de 3.750 millones en suelos y 2.800 viviendas de nueva promoción o en curso. La nueva estrategia de la sociedad creada a finales de 2012 para dar salida a más de 50.700 millones de activos de la banca pasa por gestionar esos suelos o finalizar proyectos urbanísticos.

La Sareb invertirá 16 millones en 2019 y 82 millones en 2020 a la gestión urbanística de suelos en desarrollo para incrementar la cartera de suelos finalistas, al tiempo que destinará 45 millones en 2019 y 95 millones más en 2020 a terminar obras paradas.

Al margen de la promoción inmobiliaria, la nueva hoja de ruta de Sareb contempla reducir la actividad de la compañía en el mercado de préstamos después de que las ventas de los bancos con grandes descuentos haya destruido el valor de los activos. Aboga entonces por ejecutar esos préstamos para acabar teniendo más inmuebles, lo que supondrá transformar más de 1.800 millones de deuda este año y unos 3.800 millones el próximo.

La tercera pata de la nueva estrategia se centra en el impulso de la eficiencia de Sareb, lo que le llevará a renegociar los contratos que tiene con los servicers -empresas que nacieron de las filiales inmobiliarias de los bancos y que gestionan inmuebles y préstamos-.

El banco malo calcula que por esta vía podrá ahorrar unos 300 millones hasta 2027, pues Sareb está dispuesta a asumir directamente determinadas funciones como la gestión de grandes deudores. En sus siete primeros años de vida, la compañía con un 45,9% de participación pública, ha reducido su cartera en 16.430 millones, ha cancelado más de 15.000 millones en deuda y ha ingresado unos 24.350 millones, aunque año a año ha reportado pérdidas. En ese mismo tiempo ha vendido 89.500 inmuebles, ha aprobado para su construcción 6.950 viviendas y ha comprometido 4.000 viviendas para fines sociales.

2018 fue especialmente intenso para Sareb, que se anotó su récord de ventas con 21.152 viviendas, un 12 % más que un año antes, lo que contribuyó a que los ingresos de la compañía avanzaran un 19 % hasta 1.419 millones. La creación de la socimi Témpore Properties con 2.250 viviendas en alquiler fue uno de los hitos de 2018 y se desveló como una vía alternativa de desinversión de inmuebles para el banco malo. - Efe