Madrid - Los ministros de Fomento y de Hacienda en funciones, José Luis Ábalos y María Jesús Montero, han puesto sobre la mesa el debate sobre cómo financiar el mantenimiento y la conservación de las vías de alta capacidad, aunque han dejado claro que el proceso aún no se ha iniciado. Las declaraciones de los dos ministros se producen después de publicar ayer El País que el Gobierno baraja la introducción de un posible pago “simbólico” por el uso de las autovías para asegurar su viabilidad. Las constructoras han calificado esta posible medida de beneficiosa para la economía y la sociedad, mientras que los transportistas y los consumidores han mostrado su rechazo.
Ábalos explicó ayer, durante una entrevista con Telecinco, que la posibilidad de imponer un pago “simbólico” en las autovías ahora gratuitas es una cuestión a debatir y sobre la que reflexionar, pero que el proceso ni siquiera se ha iniciado. El titular de Fomento recordó que en la pasada legislatura ya se planteó la creación de una subcomisión de estudio sobre la financiación de la red viaria de alta capacidad, que tiene un coste de 1.100 millones de euros para el erario público, pero que esta no llegó a constituirse. Desde Sevilla, Montero precisó que no hay ninguna propuesta concreta todavía, pero que se analizan fórmulas que “permitan una mayor y mejor conservación de las carreteras”.
La patronal de grandes constructoras y concesionarias, Seopan, calificó esta eventual medida de “beneficiosa” tanto para la economía española como para el conjunto de la sociedad. En declaraciones a la Cadena Ser, el presidente de la patronal, Julián Núñez, señaló que esta medida tenía que haberse implementado en España “mucho antes”, ya que prácticamente en toda Europa se paga por el uso de las vías de alta capacidad.
Por el contrario, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) mostró su rechazo ante la posibilidad de imponer un pago “simbólico” porque consideran que el sector del transporte por carretera ya contribuye “suficientemente” al mantenimiento de las infraestructuras a través del impuesto de hidrocarburos. Además, Fenadismer afirmó que el establecimiento de una tasa por el uso de las autovías aumentaría los costes de explotación de la actividad del transporte, lo que afectaría al valor final de los productos, que perderían competitividad en los mercados europeos.
La asociación de consumidores Facua también se manifestó contraria a esta eventual medida porque cree que el mantenimiento de las carreteras estatales debe financiarse a través de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Además, consideró que pagar por el uso de las autovías perjudicaría a los usuarios con menor poder adquisitivo.
Según la información publicada por el diario madrileño, el Gobierno sigue perfilando un modelo para asegurar la viabilidad de la red de autovías del Estado y baraja el pago por uso de estas infraestructuras, aunque el coste para los usuarios sería “simbólico”. El diario explica que esta cantidad sería alrededor de una décima parte de lo que actualmente se paga de media en las autopistas y su recaudación se destinaría a reducir el peaje de las autopistas privadas. - Efe