Vitoria - Con los nervios a flor de piel y la incertidumbre por bandera tras uno de los peores arranques del año que se recuerdan, no hay día que pase en la mayor fábrica de Euskadi donde la dirección y el comité de empresa terminen enzarzándose a cuenta, casi siempre, de pequeños detalles que en otro tiempo se habrían solucionado si tanto ruido. Pero como quiera que las relaciones entre ambas partes distan mucho de la normalidad deseada, a nada que surge un contratiempo el incendio está asegurado. El último ejemplo de la tensión que desde hace meses se vive en la planta alavesa de Mercedes tuvo lugar ayer viernes, una vez conocida por parte del comité la decisión de la dirección de prescindir a partir del próximo lunes del servicio médico que hasta ahora se venía ofreciendo en el turno de tarde de montaje final de la Nave Sur, la zona de la empresa donde más gente se acumula, denunció el presidente, Igor Gebara. Por este motivo, la mayoría del comité (UGT, ELA, LAB, CCOO, ESK y PIM) solicitó a Mercedes la convocatoria de la Comisión de Prevención de Riesgos Laborales con carácter de urgencia para ayer mismo, un extremo que al cierre de esta edición no se pudo confirmar. La desaparición de este servicio, sin embargo, no implicará ninguna disfunción médica hacia el grupo de trabajadores afectados, pues Mercedes ya ha advertido que podrán utilizar el servicio de la Zona Norte, a escasos minutos de sus puestos de trabajo, una solución que no es bien vista por el comité. “El tiempo necesario para acudir a esa zona es mucho mayor, y todos sabemos que ello se convertirá finalmente en la dificultad e imposibilidad de utilizarlo”, apuntó Gebara. Conscientes de que la utilización de este tipo de servicios por parte de los trabajadores evita tener que salir a una consulta en la esfera pública de la Seguridad Social, “la medida tendrá una incidencia clara en el absentismo que Mercedes, se supone, quiere bajar”, zanjó el presidente.