PARÍS - Apenas dos meses después de lanzar la segunda emisión del bono sostenible vasco, el consejero de Hacienda y Finanzas, Pedro Azpiazu, hizo balance ayer en París de la edición de 2018. El perfil de este tipo de deuda pública conlleva un importante retorno en el país, ya que se centra en proyectos sociales y verdes. De cara a demostrar el cumplimiento de este objetivo, la normativa obliga a la administración que los emite a presentar un informe sobre el destino de los fondos y su impacto económico.

Ese fue el motivo del viaje de Azpiazu a la capital francesa. Y allí explicó que las empresas que se han beneficiado de las emisiones de bonos sostenibles del Gobierno Vasco han generado 8.400 empleos. El impacto en el PIB ronda los 200 millones de euros.

Estos datos han llevado al Gobierno Vasco a elevar en cien millones la cuantía de la emisión de este año, que fue de 600 millones. La apuesta de Euskadi por este instrumento verde y social es firme y el Departamento de Hacienda completará con el Bono Sostenible 2019 las necesidades de financiación de este ejercicio. En marzo realizó una emisión de 150 millones y confía en no tener que salir más al mercado en lo que resta de ejercicio.

¿En qué se invirtieron los 500 millones de euros captados el año pasado con los bonos sostenibles? Según explicó ayer Azpiazu en París, un 67,58% se dedicó a proyectos sociales -programas de acceso a viviendas asequibles, becas o sanidad- y el 32,42 % restante, a proyectos verdes -en particular la compra de cinco trenes de Euskotren que sustituyen a otros antiguos más contaminantes-.

Lo más importante es que el bono, que tiene voluntad de continuidad -habrá una emisión anual hasta el final de legislatura-, tiene cada vez mejor aceptación. El ejercicio pasado se colocaron los 500 millones a un tipo de interés del 1,45% y los 600 millones de este curso lo han hecho a un 1,125% y con una demanda de los inversores que cuadruplicó la oferta. El plazo de devolución es de 10 años. El consejero Azpiazu avanzó que en 2020 la emisión “puede ser por una cantidad equivalente” a la última. De modo que podría incluso ser la única operación de endeudamiento del año.

En cuanto al detalle de las inversiones realizadas en 2018 con los fondos captados con el bono, destacan actuaciones destinadas a garantizar el acceso estable a una vivienda digna y adecuada a aquellas personas que carecen de recursos económicos, o reconocer una prestación económica con la que se asegure dicho acceso.

También se financiaron becas y ayudas que contribuyen a paliar las barreras económicas que obstaculizan el acceso a la enseñanza a los alumnos y alumnas de familias desfavorecidas, gastos de transporte del alumnado con necesidades especiales o incentivos a los y las estudiantes universitarias de alto rendimiento.

Respecto a las inversiones sanitarias, se apoyó la apertura de servicios en el Hospital Urduliz, la continuación de las obras del nuevo Hospital Universitario Araba, la apertura del nuevo Hospital de Eibar y el comienzo de las obras del Centro de Salud de Aiete. Además, se concluyeron las obras del centro de investigación e innovación sanitaria BioCruces y se renovó la sala de hemodinámica del Hospital Universitario Cruces.

También se destinaron recursos del Bono Sostenible a los complementos de ingresos del trabajo de la RGI, que presentan un alto porcentaje de perceptoras mujeres. Los planes locales de empleo también obtuvieron recursos.

Respecto a los proyectos verdes, Azpiazu destacó la compra de cinco nuevos trenes que sustituirán a otros tantos trenes con más de 30 años de antigüedad, la ampliación del tranvía de Gasteiz, las obras de desdoblamiento y construcción de la nueva estación de Ermua o la modernización de movilidad urbana con el soterramiento del ferrocarril en Durango, entre otras.

500

millones de euros captó el año pasado el Gobierno Vasco con su emisión del Bono Sostenible Euskadi. La mayor parte, unos 338 millones, se destinó a proyectos sociales: iniciativas que favorecen el acceso a la vivienda, Educación, Salud, complementos de la RGI y actividades que generan empleo. Bono verde. Algo más de 162 millones se dedicó a proyectos verdes. Entre ellos, sustitución de trenes antiguos, movilidad eléctrica y gestión de aguas.