“Cuando te despiden te pueden quitar el poder, pero no el talento y el valor, porque esto es una cuestión del alma”, subraya María Erkoreka, consultora de Recursos Humanos especializada en outplacement, que ayuda a empresas y profesionales a recolocarse, no solo en Euskadi y el Estado, sino también en otros países. “Las nuevas tecnologías han revolucionado el mercado laboral; no solo en el modo de buscar un trabajo, sino también en las posibilidades que ofrece tanto al reclutador como al reclutado”, añade con conocimiento.
El reclutamiento, la selección y formación de profesionales son los ámbitos de conocimiento del área de los Recursos Humanos en las que ha estado trabajando toda su vida profesional. Después de haber pasado por varias multinacionales maduró todos sus conocimientos, referentes a las personas, el empleo, la empleabilidad... y fundó Erkoreka Consultores, donde la recolocación -outplacement- es el servicio en el que ha puesto todo su esfuerzo.
Sus más de 25 años de experiencia en el acompañamiento a las personas que buscan un empleo le han enseñado a ponerse en la piel de quienes pasan por uno de los eventos más duros de los que han de soportar las personas. “Pierden la confianza en sí mismos; se sienten culpables por lo que les ha ocurrido -cuando en la mayoría de los casos su pérdida de trabajo obedece a la coyuntura económica o la situación de la empresa-, les da vergüenza comentarlo, incluso en su entorno más cercano. El golpe es tan destructivo que llegan a pensar que son unos fracasados y que si fueran buenos, no les hubieran rescindido el contrato”, dice.
La pérdida repentina de trabajo suele provocar también un efecto de aislamiento. Quienes se encuentran en esta situación se encierran en sí mismos, lo que resulta contraproducente para la búsqueda de empleo. Porque según todos los estudios publicados, del 70 al 80% de todas las ofertas laborales se cubren con personas que establecen redes de contactos, “por eso no hay que ocultar la situación, sino todo lo contrario, buscar ayuda”, sostiene la CEO de Erkoreka Consultores, que cuenta con numerosos partners. “Colaboramos con abogados, psicólogos, con expertos del mundo digital, ya que vivimos buenos momentos de ofertas en formato digital, pero hay que saber buscarlas; en ocasiones, las personas que llevaban más de 15 años en la misma empresa y de sopetón se quedan en la calle siguen recurriendo a las páginas sepia de los periódicos, donde ya no hay trabajo”, apunta Erkoreka.
recuperar la autoestima ¿Qué es lo primero que les recomiendan cuando les solicitan su ayuda? “Primero que se conozcan bien y que no pierdan su autoestima, porque es clave al enfrentarse al nuevo reto de buscar otra opción profesional. Deben conocerse para valorarse y si lo consiguen también lo harán los demás. Esto provocará que cuando vaya a una entrevista laboral se venda bien; que transmitan la idea de que si no cuentan con sus servicios, la empresa está perdiendo un gran valor que puede ayudar a crecer a la organización. Además, trabajo con los profesionales en todo el proceso de empoderamiento del trabajador despedido”.
Pasar a la lista de parados/as hace aflorar el miedo y la ansiedad, llegando en muchos casos a caer en el pozo negro de la depresión. “A una entrevista no pueden ir con ira, con rencor; antes tienen que haber cicatrizado las heridas que supone el haber sido despedido. Por eso, antes de ponerse a buscar trabajo hay que proporcionarle un fuerte antibiótico para que no genere una herida tan grande. Porque lo que provoca un despido se cura enseguida con el siguiente empleo”, reconoce la especialista.
Desde profesionales de la comunicación, ingenieros, economistas, hasta directivos, pasando por peones, recurren a las consultoras de recolocación. “Los que han trabajado muchos años seguidos tienen problemas en redactar su currículo. Tampoco se da cuenta del gran número de los que recibirá un reclutador al cabo del día. Éste, si no encuentra la información que necesita en unos segundos lo deshechará, por lo cual es clave que el desempleado tenga el perfil adecuado al puesto que opta, que sepa reflejarlo en el papel”, añade. Reconoce la experta en Recursos Sociales que tener un perfil de Linkedin es perfecto, sin embargo no pueden pensar que es un simple currículum on line. “Esta red social está pensada para hacer networking e interactuar con tu red de contactos, por lo que si no la gestionamos bien, no sirve para nada”.
Esto lo confirma Ana Isabel, economista donostiarra de 45 años que hace dos, después de 10 años en una multinacional de marketing, fue despedida repentinamente con el argumento de que no había logrado los objetivos empresariales, en el fondo pesó el hecho de ser mujer, tener dos hijos pequeños y solicitar un cambio de departamento con el fin de conciliar la vida familiar y profesional.
“Para mi fue un shock, sobre todo porque no me lo esperaba; pequé de ingenuidad al pensar que el departamento de RR.HH. donde trabajaba tendría en cuenta mi solicitud. Fue contraproducente. Unos meses más tardes los compañeros (varones) que trabajaban en mi área tuvieron la oportunidad que había solicitado. En mi casa la respuesta fue el despido”.
caer en la depresión Llegó a pensar que nunca más volvería a trabajar y cayó en una profunda depresión que intentaba disimular ante su hija de 9 años y su hijo de cinco. No podía expresar en voz alta todo lo que sentía sobre estar desempleada. Le costó aceptar lo que estaba pasando y tardó en iniciar la nueva fase de su vida. Los meses pasaban y su angustia se incrementaba porque no recibía respuesta a sus solicitudes. Hasta que empezó a ser una persona proactiva. “Si la gente no sabe que buscas trabajo no podrán ofrecerte uno, o recomendarte, o darte información de quién está buscando alguien de tus características para cubrir un puesto. En mi caso, tuve que buscar ayuda en profesionales que me orientaron desde cómo hacer un currículum a cómo enfrentarme a una entrevista y a recuperar mi autoestima”, explica sonriente Ana Isabel, quien hace 15 días ha empezado a trabajar en un puesto de sus características. “Estoy feliz; ahora me doy cuenta que todo tiene solución, excepto la muerte. Pero en situaciones tan duras como las que he atravesado pensaba que nunca recuperaría mi vida anterior”, dice con satisfacción, aunque todavía contrariada al constatar en su largo camino por recolocarse que “los enchufes” siguen a la orden del día. “En injusto que mientras tú te lo curras, veas cómo desde los partidos políticos -sin distinción de siglas- colocan a hijos, yernos, maridos, mujeres y demás familia... restando posibilidades a quienes no estén en sus entornos”.
La CEO de Erkoreka Consultores reconoce que mucha gente que acude a sus servicios llega hundida, “sin poder contener la ira, con su alma llena de rencor por lo que le ha sucedido; es en lo primero que tenemos que trabajar. Esto le puede llegar a pasar factura en todos los sentidos, includo su salud. Por eso, les ofrecemos la información para la búsqueda de empleo, un camino que ha cambiado mucho. Tienen que volver a confiar en sí mismas y descubrir todas las capacidades que tienen y las conviertan en una oportunidad para encontrar trabajo”, añade, al tiempo que muestra su satisfacción, “por los buenos resultados que obtenemos en los servicios que prestamos”. “La alegría que siento cada vez que nuestro equipo consigue recolocar a una persona es tremenda, sobre todo a quienes han perdido su trabajo”, señala. Porque desde su consultoría también trabajan con profesionales que deciden cambiar el rumbo de su actividad, “que no se encuentran a gusto o que quieren dedicarse a otra actividad diferente. Estos se enfrentan a su nuevo reto más seguros, al tener solucionada su situación económica”, subraya.
Erkoreka explica cómo algunas organizaciones -“tendría que extenderse el ejemplo”- que realizan un ERE recurren a su consultoría para que acompañen en el proceso de recolocación. “Esto es positivo para su imagen y al mismo tiempo da seguridad a los trabajadores que se quedan”, reconoce.
Técnicas para reubicar a los trabajadores/as. Una práctica cada vez más consolidada que se encarga de ayudar tanto a las empresas como a los empleados que se han visto afectados por fusiones, adquisiciones y restructuraciones.
Mejora la reputación de la empresa. No está obligada a brindar el servicio de outplacement a sus trabajadores despedidos. Pero cuando lo realiza ofrece una imagen positiva al no dejar a su suerte a los que formaron parte de su organización.xxxx
El outplacement ayuda a las empresas, pero sobre todo a las personas que al quedarse sin empleo pierden no solo su estabilidad económica, sino su autoestima.