Bilbao - El debate sobre las pensiones de jubilación de los trabajadores vascos está más vivo que nunca. Y no sólo por las exigencias de que esas prestaciones se revaloricen al menos en la misma medida que el IPC sino porque se empieza a interiorizar que para acceder a pensiones dignas hay que cotizar más y ahorrar más. Y esto es especialmente importante para los trabajadores por cuenta propia, los autónomos vascos, que se encuentran ante el dilema de elegir presente o futuro porque aumentar su cotización para acceder a una pensión digna puede implicar muchas de veces, lastrar su bienestar presente.
Los datos no engañan. Según Emi Sánchez, gerente de la Asociación Vasca de Autónomos AVA-ATA, “la mayoría de los autónomos vascos cotizan por el mínimo”. “El resultado es que al llegar a la jubilación perciben un 40% menos de pensión que un asalariado”. También es verdad que algunos autónomos prefieren en vez de cotizar más adquirir locales para poder revenderlos o alquilarlos cuando se jubilan y acceder así a una renta que complemente sus pensiones más pequeñas pero una parte importante del colectivo no tiene ingresos suficientes para pagar más de los cerca de 300 euros mensuales que abonan, señalan en el sector.
Y estamos hablando de un colectivo importante. Según los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social de noviembre, el número de afiliados al régimen de trabajadores autónomos (RETA) en la CAV ascendía a 172.347 y en Nafarroa, 47.938, para un total de 3.254.138 en el Estado. En torno al 18% de afiliados a la Seguridad Social son autónomos en el caso vasco.
Conscientes de una realidad en la que los autónomos cobran pensiones muy bajas al llegar a la edad de jubilación, tanto el Gobierno español como las principales organizaciones del sector, ATA y UPTA, defienden elevar las cotizaciones pero las reticencias de muchos integrantes del colectivo, por la debilidad de sus ingresos, a aceptar pagar mucho más ha hecho que de cara al próximo año se haya alcanzado un preacuerdo para subir las cotizaciones unos 5 euros mensuales, cantidad inferior a lo aconsejable pero en la línea adecuada, máxime si el colectivo consigue mejoras de prestaciones según Emi Sánchez, en temas como “formación, contingencias profesionales, incapacidad temporal, derecho al paro y flexibilización de las condiciones por cese de actividad”.
satisfacción “Estamos satisfechos con los principios de acuerdo pactados con el Gobierno para mejorar la condición del colectivo”, dice Sánchez. La gerente de AVA-ATA destaca que entre los trabajadores por cuenta propia se está produciendo otro hecho positivo que es la interiorización de que “tanto cotizas, tanto recibes”.
Por ello, desde las asociaciones de autónomos se “está invitando a los trabajadores por cuenta propia a que a medida que aumentan sus ingresos, por la mejoría de la economía, también vayan aumentando sus cotizaciones a la Seguridad Social”. En este sentido, resalta la importancia de que los autónomos “coticen en base a sus ingresos reales”. Una medida que ayudaría a que los autónomos cotizasen más sería que se pudiera “realizar una aportación extraordinaria voluntaria o ajuste a fin de año en función de la marcha del ejercicio.”
En noviembre el número de autónomos en la CAV aumentó ligeramente, rompiendo una tendencia negativa de varios meses. En cualquier caso, el número de autónomos en Euskadi es inferior al existente en 2008. “Con el inicio de la crisis hubo un repunte de autónomos porque trabajadores asalariados al perder el empleo se montaron un negocio por cuenta propia pero cuando el tejido empresarial vasco ha recuperado el pulso muchos han vuelto a emplearse por cuenta ajena”, indica Emi Sánchez.
En relación a la posibilidad de que los autónomos pensando en sus futuras pensiones puedan acceder a sistemas complementarios o EPSV colectivas de empleo como los asalariados aún no hay concreto, señalan en ATA, aunque la ley vasca sobre EPSV sí contempla la creación de planes específicos para los autónomos.
Sánchez reconoce que en la asociación ha aumentado el número de consultas sobre cotizaciones y las pensiones a percibir en función de las bases de cotización. “A nivel particular les aconsejo que piensen en una EPSV particular”, pero como asociación, señala, “ponemos el acento en el sistema público”.
El colectivo reitera la petición para que se admita el poder realizar aportaciones voluntarias al final de año al RETA. Y que, además, dichas aportaciones de fondos se vean favorecidas por los beneficios fiscales (en forma de reducción de la base imponible en el IRPF) que tienen los planes de pensiones y otros seguros privados.
Se trata de que los trabajadores por cuenta propia con menos ingresos o con rendimientos muy variables puedan hacer aportaciones al sistema sin tener que subir su base de cotización -algo que por otro lado pueden realizar hasta cuatro veces durante el año-, para no verse expuestos a eventuales mermas de ingresos. “Hay que conseguir que los autónomos que puedan cotizar más lo hagan, porque así obtendrán una mayor protección pública. Y además se contribuiría al equilibrio del sistema”, dice Sánchez. El 80% de los autónomos vascos cotizan por la base mínima (unos 280 euros), para una prestación media por jubilación de apenas 720 euros.
60 euros más. Las principales asociaciones de autónomos, ATA y UPTA, han cerrado el mes pasado un principio de acuerdo con el Gobierno español para aumentar la base mínima de cotización un 1,25% en 2019, lo que supone unos 60 euros anuales. A cambio de cotizar algo más se producirá una mejora de las prestaciones.
17,9%
Es el porcentaje de autónomos sobre el total de trabajadores en la CAV. En noviembre en la CAV había afiliados a la Seguridad Social 172.347 autónomos y en Nafarroa 47.938.