washington - Estados Unidos ha reactivado esta medianoche una serie de sanciones que había levantado a Irán tras el acuerdo nuclear de 2015 con el objetivo de “cambiar el comportamiento” de los ayatolás y forzarles a negociar un nuevo pacto “más amplio”.

La reanudación de sanciones busca aislar económicamente al Ejecutivo iraní, forzando a compañías extranjeras a cerrar sus negocios en el país persa; aunque al mismo tiempo amenaza con profundizar la brecha entre EEUU y la Unión Europea (UE), ya que las sanciones afectarán a empresas europeas.

“Estados Unidos está completamente comprometido a hacer cumplir nuestras sanciones”, dijo ayer el presidente estadounidense, Donald Trump, según informó la Casa Blanca en un comunicado.

Trump avisó de que “los individuos o entidades que no cancelen sus actividades con Irán corren el riesgo de sufrir graves consecuencias” y aseguró que Washington ha estado trabajando con otras naciones para implementar una “campaña de máxima presión económica” contra el Ejecutivo iraní. A pesar de esa campaña, el mandatario reiteró su deseo de negociar un acuerdo más amplio, que no se limite al programa nuclear de Irán y englobe sus actividades en países como Yemen y Siria. Esa propuesta fue contestada desde Teherán por el presidente de Irán, Hasan Rohaní, quien señaló que “no se puede negociar al mismo tiempo que hay sanciones”, calificando la postura de Washington de “contradictoria”.

Para reanudar las sanciones, Trump firmó una orden ejecutiva en la que se establece que, a partir de las 00.01 hora local de hoy (04.00 GMT), estará prohibido el comercio de oro, metales preciosos y materiales como el aluminio y el acero, así como la venta de automóviles fabricados en Irán.

Asimismo, EEUU rechazará las transacciones financieras relacionadas con el sistema de ferrocarriles, impondrá sanciones a quienes compren o faciliten la emisión de deuda soberana iraní y prohibirá a Teherán usar dólares estadounidenses. Washington también ha revocado los permisos que permiten la importación de alfombras y alimentos iraníes, como los pistachos.

Dentro de 180 días, es decir, en la medianoche del 4 al 5 de noviembre, entrará en vigor la segunda ronda de sanciones entre las que se incluyen prohibiciones a las transacciones financieras con el Banco Central de Irán y la venta de petróleo, una de las principales fuentes de divisas del país.

El Gobierno español mostró su “preocupación” por la crisis e instó al Ejecutivo iraní a “colaborar” para volver a la situación anterior. - Efe