sestao - Se despiden con un apretón de manos y con un emplazamiento a llevar a cabo futuras movilizaciones conjuntas si su situación no se resuelve. Juanjo Llordén y Txema Cruces representan a 600 trabajadores de dos empresas históricas con un futuro incierto. A La Naval se le acaba el tiempo para lograr sanear sus cuentas y Productos Tubulares ha puesto sobre la mesa 157 despidos y el cierre de la acería, entre otros ajustes, como salida al abultado endeudamiento.
¿Cómo está la plantilla anímicamente?
-Juanjo Llordén (J.Ll.): Llevamos siete meses en concurso y estamos en la UVI. En una tensa espera para ver si conseguimos la financiación del barco 347 que sería una bombona de oxígeno. No sería la solución, pero nos daría trabajo para 20 meses. El objetivo del comité es firmar cuanto antes la construcción de esa segunda draga. Y luego que en ese plazo de 20 meses aparezca un inversor que se haga cargo de nosotros. La esperanza nunca se pierde, pero sin la ayuda de las instituciones no tenemos nada que hacer. El Gobierno español tiene la responsabilidad política y el Gobierno Vasco la responsabilidad empresarial de ayudar a solucionar el problema.
-Txema Cruces (T.C.): Hemos empezado la negociación del ERE y las reuniones han sido un absoluto despropósito. Hemos pedido un montón de información a la que no se nos ha respondido. Estamos muy sorprendidos, la verdad, y anímicamente destrozados. En mitad de proceso no tenemos ni siquiera la información que hemos pedido para saber si nos están mintiendo o no.
¿Qué ha pasado para llegar a esta situación?
-J.LL.: Seguramente tendremos parte de culpa todos, pero la razón principal ha sido la gestión horrorosa de la dirección. También nos ha hecho mucho daño lo que hizo el comisario europeo Joaquín Almunia que nos metió un gol con el tema de las ayudas ilegales. Estuvimos tres ó cuatro años sin contratar nada y eso también ha sido una de las causas de las pérdidas. El tax lease es una ayuda legal como puede tener el sector del automóvil o del electrodoméstico. Y luego que la gestión del astillero ha sido muy mala. La máxima responsabilidad de la gestión es de Murueta e Ingeteam como accionistas mayoritarios.
-T.C.: En nuestro caso lo mismo. Ha sido un problema de mala gestión. Los dueños de Tubos Reunidos se han llevado unos beneficios de más de 220 millones desde 2005 y han dejado la empresa descapitalizada. En 2007 hubo una autocompra de acciones por parte de los accionistas. 30 millones de acciones a 5,62 euros con un préstamo de 95 millones que salió de Tubos Reunidos y 75 millones que salieron de la caja de Productos Tubulares. A partir de ahí tuvimos una racha buena pero ahora hemos llegado a un punto en el que tenemos pérdidas.
Son dos empresas que han pasado de estar bajo el control del Estado a estar en manos privadas.
-J.LL.: Lo tenemos claro. El sindicato CAT en su día no firmó la privatización de La Naval porque ya veíamos que lo íbamos a pasar muy mal. De hecho, los otros tres centros que se privatizaron que fueron Manises (Valencia), Sevilla y Juliana (Gijón) ya están cerrados. El Gobierno Vasco no luchó lo suficiente en su día para que no se privatizara este astillero. En Cádiz o Galicia, aunque sienta decirlo, el PP sí luchó con uñas y dientes contra la privatización. Y eso que Sestao era de los astilleros que menos pérdidas daba. Ahora Navantia tiene 532 millones de pérdidas en dos años. Que me expliquen cómo pensaban que iba a funcionar un astillero tan grande como La Naval sin ayudas.
¿Cuál ha sido el principal problema de La Naval?
-J.LL.:Cuando nos privatizaron estábamos 400 trabajadores fijos y tras dos procesos de ajuste nos hemos quedado 180. Con 180 trabajadores contratamos a la vez cuatro barcos. Nos hemos muerto de empacho. Hemos pasado de estar tres años sin trabajo a contratar cuatro barcos de golpe que nos han matado. Nuestras deudas son de penalizaciones de contratos muy a la baja, además con armadores holandeses que fueron los que nos denunciaron. El precio muy reducido y los plazos muy justos nos han matado.
Productos Tubulares, por su parte, procede de ‘la Balco’.
-T.C.: Sí. En 1992 se intenta englobar las tres empresas de tubos principales (Tubacex, Tubos Reunidos y Productos Tubulares) pero el proceso no se llegó a culminar. El plazo de tres años se convirtió en cinco y al final, por una decisión del viceconsejero Jon Azua, se hizo una propuesta para su ejecución porque ya se habían puesto ayudas públicas para prejubilaciones de más de 3.000 millones de pesetas. Se exigió que se diera el paso de la integración en Tubos Reunidos o se tenían que devolver esas ayudas. Al final se nos vendió por una peseta simbólica.
¿Creen que la situación del mercado oil&gas explica por sí misma el ERE con 157 despidos?
-T.C.: Ha habido un bache del mercado pero es que somos una empresa cíclica. Hay que ahorrar para pasar los baches. Se diseñó un plan estratégico 2011-2017 en el que se contemplaba una estrategia para ir a un mercado de tubos de gama más alta que a medio plazo aseguraba la viabilidad. Pero se aparcaron esas inversiones para ir a negocios más cortoplacistas como todo lo que compraron en Vitoria o en Estados Unidos. Se juntó a ello una bajada del petróleo y como se había dedicado todo el esfuerzo inversor a ese tipo de tubería cayeron los ingresos. Nosotros teníamos nuestra deuda antes de la llegada de Guillermo Ulacia, pero ahora se ha englobado toda la deuda y se nos ha cargado con una mochila de deuda que no podemos soportar. Ahora, si nosotros nos vamos, nuestra deuda queda ahí y puede haber una caída de fichas de dominó.
Tanto La Naval como Productos Tubulares son dos fábricas tractoras de Ezkerraldea. ¿Está en peligro la industria tradicional?
-J.LL.: Si estas empresas cierran será el fin de la industria de Ezkerraldea y diría que un golpe muy duro para toda Bizkaia. Damos trabajo a 2.000 personas en el astillero con la industria auxiliar, además del empleo de pequeños talleres que nos suministran. La pregunta es si el Gobierno Vasco apuesta realmente por el sector naval, que es un sector estratégico. Si La Naval se cierra los ingresos de la hacienda vizcaína se resentirían bastante. En la recaudación por IRPF las nóminas de 3.000 ó 4.000 personas se tienen que notar.
-T.C.: ¿Qué modelo de empleo busca la consejera de Industria? Amazon no va a dar empleo de calidad. No va a generar dinero para las arcas públicas, para la Seguridad Social o para el pueblo de Sestao. El Gobierno Vasco nos ha llegado a decir que cuando hacen el esfuerzo de atraer empresas que pueden crear empleo de calidad no encuentran en los municipios gente con los conocimientos necesarios para trabajar ahí. Algo similar nos dijo el PNV en el Parlamento Vasco.
-J.LL. La Industria 4.0 está muy bien, pero ¿con qué trabajadores?
-T.C.: ¿Y la especialización que han vendido todos estos años? Nosotros somos una empresa especializada en productos concretos. Nos vanagloriamos de que vendemos en Europa pero cuando hay que mantener una empresa que es viable nos dejan colgados.
¿Qué solución proponen?
-J.LL. En nuestro caso contratar cuanto antes la segunda draga y luego dar con un inversor que traiga un proyecto creíble con el apoyo del Gobierno Vasco tanto en el accionariado como en la gestión. No le pido a la consejera Arantxa Tapia que meta aquí dinero a paladas y lo pierda. No, hablo de dinero con control. Europa no te va a poner pegas. En Francia, Macron ha dado 80 millones de euros a un astillero y nadie le ha dicho nada. Lo que pasa es que tienen una posición muy cómoda. Han desmantelado la Margen Izquierda y han ganado votos. Es la realidad.
-T.C.: Que el Gobierno Vasco vuelva a recoger el modelo de participación en las empresas tractoras es positivo pero llega tarde. Los responsables que se han llevado el dinero ahora tendrían que hacer el esfuerzo para cubrir parte del crédito sindicado que nos está matando. Y hacer un estudio real y detallado de viabilidad de la planta, que es viable. Su objetivo no es otro que pagar la deuda y eso es lo que nos da miedo. No vale hacer recortes y se acabó.
-J.LL.: ¿Vosotros no estáis en concurso, no?
-T.C.: No, de momento no pero la amenaza está ahí. En 2016 acabamos con un fondo de maniobra negativo en el grupo de 40 millones y no se habló tanto de estas cosas. Ahora acabamos con menos tres millones y el auditor se echa las manos a la cabeza. Da miedo. También han dicho que disponen de varias líneas de liquidez. No sabemos si hay o no hay dinero.
En el caso de La Naval ya se han desmarcado algunos inversores que tenían interés. ¿Cómo está el proceso?
-J.LL. La empresa nos ha dicho que ha contratado unos broker para buscar inversores. Puede ser que venga un inversor mientras estamos trabajando y se haga cargo de toda la planta y todos los activos. También puede pasar que ya no estemos trabajando y haga una oferta por una parte. Si hay alguien a quien le interesa la fábrica igual está esperando a que esté a mejor precio. Por eso pedimos al Gobierno Vasco que esté vigilante para que el que venga aquí traiga un proyecto serio. El sector naval puede ser viable pero no conozco ningún astillero del tamaño de La Naval que no tenga ayudas públicas. Francia, Croacia, Holanda, Japón... todos tienen ayudas. ¿Bizkaibus da beneficios? ¿Osakidetza da beneficios? No, es un servicio que tienes que dar. Aquí igual. Hacemos dragas que no las hacen en ningún otro lugar del mundo. Es un trabajo de alto nivel tecnológico en el que además se puede preparar a jóvenes para que se formen.
Algunos compañeros ya estarán mirando a otras empresas.
-J.LL.: En la plantilla fija hay un nivel muy alto de cualificación. Más de la mitad yo creo que podría entrar a otro sectores. Lo que pasa es que hay otros muy especializados en el sector naval. La mayoría llevamos 35 años en la empresa.
-T.C.: Venimos de un relevo generacional y la plantilla es joven, la media son 44 años. Si esto cierra van a quedar 500 familias con un porvenir muy jodido. Sí hay gente con formación que se puede buscar la vida, pero hay otra parte que no tiene formación muy alta porque se ha formado en la empresa para hacer este trabajo específico. La empresa ha hecho un esfuerzo formativo que se tiene que valorar.
¿Qué más se puede hacer desde el comité?
-J.LL. Tras las primeras movilizaciones las instituciones nos pidieron que no hiciéramos nada para no entorpecer la refinanciación de los proyectos. Ya estamos cansados de esperar y son los últimos metros del margen que les hemos dado. Los políticos solo hacen caso cuando les aprietas. Si al político le pones el termómetro y no tiene fiebre está claro que no va a hacer nada. La empresa dice que la última nómina que puede pagar es la de mayo si no llega la firma de esa segunda draga. Por tanto ese es el límite.
-T.C.: De momento meter mucho ruido. Que se nos oiga. El Gobierno Vasco tiene que coger las riendas de este asunto. Lo que han hecho entrando en el capital de CAF es algo simbólico. La presencia pública en las empresas tractoras es muy importante porque condiciona la gestión e incomoda al inversor privado para que no ocurran cosas como las que han pasado aquí.