BILBAO - Los pensionistas vascos son punta de lanza de las reivindicaciones en todo el Estado y no están dispuestos a ceder en sus demandas. Al contrario, las plataformas de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa se han citado el próximo lunes con el objetivo de definir un nuevo calendario de protestas. Han invitado además a participar a las asociaciones navarras y confían en que se sumen. En Euskal Herria junto con la demanda principal que se plantea en el conjunto del Estado -poner fin a las revalorizaciones del 0,25% de las pensiones-, también se pide que se establezca una pensión mínima de 1.080 euros, la cifra que la Carta Social Europea considera que es necesaria para una vida digna.

De modo que, con ese objetivo en mente, los pensionistas vascos decidirán la próxima semana nuevas movilizaciones y ya avanzan que entre ellas estará la convocatoria de una nueva manifestación. Se trata de buscar un eco de las dimensiones de la manifestación del sábado 17 de marzo, cuando el éxito de la marcha en favor de las pensiones públicas puso a Bilbao en el centro de las reivindicaciones de los jubilados al sumar a miles de trabajadores acompañados de sus familias.

nuevo lunes al sol Entonces lograron reunir a unas 115.000 personas detrás de su pancarta y ahora aspiran a superar esa afluencia. Los colectivos de jubilados y pensionistas informaron de la gestación de esa nueva marcha ayer durante el desarrollo de la ya tradicional concentración ante el Ayuntamiento de Bilbao.

Como cada lunes, miles de personas salieron a las calles de los principales municipios vascos. En la capital vizcaina, la concentración más numerosa con miles de asistentes, los convocantes reprocharon al Gobierno español que suba el sueldo de los componentes del consejo de ministros y que, al mismo tiempo, incremente los gastos de Defensa, mientras aumenta con “migajas” y de manera “insuficiente” e “insatisfactoria” las pensiones más bajas. La de ayer fue la primera movilización tras el parón de Semana Santa y después de la presentación de los Presupuestos del Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Por ello, las críticas se centraron en el proyecto, que contempla subidas del 2% para la pensiones más bajas, pero que mantiene la receta del 0,25% para el resto.

Durante la concentración de Bilbao, hasta seis personas tomaron la palabra para reprochar al PP su subida “de miseria”. Recordaron que la reivindicación de la pensión mínima de 1.080 euros es un objetivo irrenunciable. Como lo es también recuperar el mecanismo de indexación al IPC de las pensiones.

En ese ámbito se enmarca la reunión que tienen previsto celebrar el próximo lunes las plataformas que se han puesto al frente de la movilización en Euskadi. Según afirmaron, si hay dinero para subir el sueldo al Gobierno central y para comprar aviones, también “hay dinero para las pensiones”. Tras demandar que esas partidas se destinen a mejorar las pensiones, corearon lemas como Rajoy, dimisión y PNV, mójate, para reclamar al Gobierno Vasco que complemente las pensiones más bajas.

1.080

La Carta Social Europea señala que los pensionistas deben cobrar un mínimo de 1.080 euros para tener unas condiciones de vida dignas. Todos los estados miembros de la Unión Europea han firmado la carta social, pero la pensión media en España fue en marzo de 933 euros y las mínimas rondan los 600 euros. Nueva manifestación. Tras el éxito de la convocatoria del sábado 17 de marzo, cuando más de 115.000 personas se manifestaron en Bilbao en defensa de una pensiones públicas dignas. Los coordinadores de las plataformas de pensionistas de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa -y probablemente el de Nafarroa- se reunirán el próximo lunes para definir un nuevo calendario de protestas. Serán movilizaciones paralelas a las que vienen desarrollándose en el conjunto del Estado.