gasteiz - “Si los acuerdos del cupo habían devuelto la estabilidad a las finanzas vascas, esta aplicación de recursos fortalece ahora su posición financiera con menor deuda y mayores remanentes, y descarga el presupuesto de 2018 para ganar margen de maniobra en su formulación y en su gestión. Nada más ni nada menos. Como ven ustedes, no nos hemos instalado en la abundancia permanente”. Este es el mensaje que presidirá el Consejo de Finanzas de la semana que viene, que se celebrará a mitad de camino de la histórica recaudación del año pasado y del lastre que supone el récord endeudamiento contraído durante la crisis.
El consejero vasco de Hacienda y Finanzas, Pedro Azpiazu, ha intentado esta semana “bajar a tierra” las expectativas que se han generado en torno al excedente de ingresos de 2017, cuando se recaudaron 1.000 millones más de lo previsto.
A Euskadi no le ha tocado el gordo, sino una suma de dinero con la que podrá tapar los agujeros de la deuda contraída durante la crisis y hacer frente a algunos arreglos aplazados. No alcanzará para reformar la casa, si bien habrá algo más de holgura en la economía doméstica.
Así lo puso de manifiesto Azpiazu el lunes ante los principales agentes económicos del país, incluidos los tres diputados generales. Según indicó el consejero, el cierre de 2017 permite “reforzar” las expectativas de cumplimiento de los objetivos establecidos en el presupuesto de 2018 y “eso es importante”.
No obstante, añadió que el escenario de consolidación fiscal “sigue siendo exigente” y la administración vasca debe “estar a la altura”. De partida, el esfuerzo de reducción del déficit previsto para este curso tendrá un coste de 225 millones y por ello continuará resintiéndose el capítulo de la inversión. “Tenemos por delante la tarea de ir recuperando, cada vez de forma más clara el nivel de inversión pública, algo que podrá abordarse con mayor firmeza una vez eliminado el déficit”, explicó. Está previsto alcanzar ese horizonte de equilibrio presupuestario en 2020 y el buen año fiscal que se acaba de cerrar consolida el viaje. También lo hace haber puesto punto y final al desencuentro con el Estado sobre el Cupo y aclarar el terreno fiscal que pisa Euskadi. - A. Diez Mon