MADRID - El Gobierno español prestará, vía presupuestos, 15.000 millones de euros a la Seguridad Social para poder hacer frente al pago de las pensiones en 2018. Con dicha medida, el Ejecutivo rescatará a la Seguridad Social para que pueda abonar las pagas extras puesto que los ingresos por cotizaciones son insuficientes para poder cubrir una nómina mensual que asciende ya a 8.881 millones de euros. El año pasado ya recurrió a este método con un préstamo del Tesoro de 10.192 millones para cumplir con el abono de las extras de junio y diciembre. Fondos provenientes de la denominada hucha de las pensiones y el citado préstamo de 10.200 millones salvaron el pago de la paga extra del pasado mes de diciembre

A falta de Presupuestos Generales del Estado para 2018, el Tesoro comunicó que el sistema de la Seguridad Social tendrá que recurrir a un nuevo préstamo del orden de 15.000 millones de euros para garantizar el pago de las pensiones durante este ejercicio. Así lo anunció Emma Navarro, secretaria general del Tesoro, en la presentación de la estrategia del organismo para 2018.

No deja de ser curiosa la necesidad de habilitar un préstamo cuando la ministra Fátima Báñez no cesa de señalar que la creación de empleo -más de 611.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social en 2017- ha disparado los ingresos por cotizaciones sociales hasta un nuevo récord de unos 109.000 millones de euros, por encima de los 107.769 millones de euros de 2008. Con todo, las previsiones presupuestarias del cierre de 2017 contemplan un déficit de la Seguridad Social de 16.679 millones.

Como se recordará, desde el año 2012 el Gobierno español se ha visto obligado a recurrir sistemáticamente a la conocida como hucha de las pensiones, para tapar el agujero que acumula la Seguridad Social al superar los gastos a los ingresos por la fuerte destrucción de empleo registrada en plena crisis económica y, posteriormente, por la escasa aportación en cotizaciones con los nuevos empleos creados desde mediados de 2014, precarios y con salarios muy bajos.

Para hacerse una idea del desfase hay que recordar que de los 107.769 millones de euros ingresados en 2008 se pasó a 98.210 millones en 2013. La mejoría del empleo en el último año no puede ocultar el hecho de que hace 10 años había 19.195.755 trabajadores ocupados cotizando a la Seguridad Social y hoy hay 18.331.107, unos 854.648 menos. El problema es que en está década el número de pensionistas ha pasado de 7.586.574 a 8.705.707, lo que representa 1.119.133 personas más. Con menos trabajadores cotizando y más pensionistas cobrando, el resultado es un déficit de la Seguridad Social que, según Navarro se reducirá este año. Pero ello no evita el tener que recurrir a ingresos extraordinarios para compensar el déficit. De hecho, en 2017 se recurrió al Fondo de Reserva de la Seguridad Social para financiar parte de las necesidades por importe de 7.000 millones, por lo que el dinero de la hucha de las pensiones es inferior.

Con la actual prórroga de Presupuestos de 2017, la previsión de déficit de la Seguridad Social para 2018 se mantiene por encima de los 15.000 millones de euros, a pesar de la fuerte mejora del empleo. Ello es debido a que el gasto de las pensiones crece más rápido que los ingresos generados por los trabajadores.

Hasta el año pasado el Gobierno español recurrió al Fondo de Reserva de la Seguridad Social para paliar esta situación. En 2011 la citada hucha tenía un saldo de 66.000 millones, pero en estos años de crisis y de apuesta por el empleo precario y con sueldos bajos, se han gastado los fondos hasta el punto que ahora apenas supera los 8.000 millones, insuficientes para sufragar el gasto de las extras de las pensiones en 2018. Además el Gobierno no quiere, por razones de imagen, agotar el total de la hucha.

Para financiar esta y otras partidas el Tesoro realizará en 2018 emisiones brutas de deuda por 220.145 millones de euros, un 5,8% menos.