Madrid - Los precios de la energía eléctrica para el consumidor doméstico cerrarán este mes de diciembre con alzas del entorno del 8%, según fuentes del sector. Y de cara al inicio de 2018 se prevén nuevas subidas en el recibo de la luz, un hecho que las compañías eléctricas justifican por el encarecimiento de la generación de electricidad debido a la necesidad de utilizar fuentes con materia prima cara, -gas, carbón...- en vez de las que se basan en una materia prima gratuita, -agua y viento-, por las especiales características del año climatológico con numerosos anticiclones que han generado pocos días de viento y escasa lluvias con la correspondiente sequía.
Estas condiciones climatológicas han propiciado que los aerogeneradores y las centrales hidráulicas hayan trabajado menos que en años precedentes, según se desprende de los datos estadísticos de Red Eléctrica de España correspondientes a 2017.
En un contexto de crecimiento de la demanda de energía eléctrica en el Estado español del orden del 1,3%, concretamente en 2017 se estima que ha alcanzado los 268.505 gigavatios por hora, un 1,3% más que el año anterior, por encima del 0,7% de aumento de 2016, las centrales que utilizan renovables han cubierto sólo un tercio de la producción eléctrica peninsular, el 33,3% en concreto, frente al 40,8% del año anterior. Estos siete punto de caída dejan a las energías renovables con los peores datos de producción de los últimos cinco años.
Esta caída en la contribución de las renovables se ha debido principalmente al impacto de la sequía sobre la producción hidráulica, pues las centrales hidroeléctricas han contabilizado una reducción de nada menos que el 48,4% frente al año anterior. Además, la generación eólica también ha sido un 1,6% inferior a la del ejercicio precedente.
En un sistema caracterizado por un mix de potencia instalada dominado por las centrales de gas, con 26.670 megavatios, seguido de la eólica, con 23.005; la hidráulica, con 20.332; la térmica de carbón, con 10.004; la solar, con 7.974, y la nuclear, con 7.117. Por su parte, los saltos de agua solo han cubierto el 7% de la demanda en el año, frente al 14,2% del ejercicio anterior, viéndose así sustituida por una mayor aportación del carbón, que representó el 17%, frente al 13,9% de 2016, y de los ciclos combinados de gas, con un 13,9%, frente al 10,2% de hace un año. El resultado es que pese al cierre de la nuclear de Garona, parada desde 2012, las centrales nucleares han sido las que más electricidad producen con el 21,5%, seguidas de las eólicas, con el 18,2%.
Un dato a destacar es que las importaciones de energía eléctrica han crecido un 20% el presente año hasta los 9.220 gigavatios por hora, lo que ha permitido atender cerca del 4% de la demanda peninsular. Esta tendencia puede ser un problema si tenemos en cuenta que Francia va a parar varias centrales nucleares lo que tampoco ayudará a bajar los precios de la luz en 2018.