Madrid - El exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordoñez sostuvo ayer que la crisis financiera se podría haber atajado antes con una mayor inyección de recursos públicos en el proceso de reconversión de los bancos, que se dilató en exceso en el tiempo. De esta manera, el que fuera máximo responsable del Banco de España entre 2006 y 2012 se sacudió toda responsabilidad en su comparecencia de ayer en la comisión del Congreso que investiga el origen de la crisis financiera. Además, advirtió de que en España todavía hay un riesgo “muy alto” de que se produzcan nuevas crisis bancarias, debido a que el incremento del capital que se exige a los bancos “ha sido mínimo”, y abogó por elevar la aportación de los accionistas de los bancos con el fin de que los contribuyentes no paguen futuros rescates. “Nos quedaríamos todos mucho más tranquilos”, manifestó ante la Comisión, en la que la mayoría de los partidos le acusaron de no responder con responsabilidad ante la crisis financiera.
Fernández Ordoñez aseveró que fue de los “pocos” que anticiparon en 2003 la burbuja inmobiliaria, aunque reconoció que no supo ver la magnitud de la crisis económica y financiera posterior. “Se hicieron mal muchas cosas y no se vieron muchas cosas que ahora vemos todos”, puntualizó, al tiempo que defendió que la reconversión de las cajas de ahorros debería haberse realizado durante los períodos de expansión, ya que hubo doce años de “euforia” en la que “todos participaron”. En este sentido, alabó la actuación del Gobierno Zapatero en la reforma de la Ley estatal de Órganos Rectores de Cajas de Ahorros (LORCA) frente al Ejecutivo anterior, presidido por el popular José María Aznar, “que no hizo nada”. Tampoco ahorró críticas contra el PP, por haber cuestionado a la banca y la gestión económica del anterior Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, pues produjo “daño” a la economía. Preguntado por el mensaje que entonces se lanzaba desde el Ejecutivo socialista de que el sistema financiero español era “el más solvente del mundo”, algo que él afirmó no compartir, insistió en que “hace más daño cuando alguien diga que están muy mal las cosas, y que la banca está muy mal, y yo lo voy a arreglar”, refiriéndose al Ejecutivo de Rajoy.
En cuanto a la salida a Bolsa de Bankia, defendió la actuación del Banco de España y reiteró que la entidad supervisora no podía oponerse, porque según la ley sólo podía hacerlo si encontraba razones suficientes que no aconsejaran el “salto” al parqué y ése no era el caso en ese momento.
Volviendo al rescate, Ordóñez aseguró que de no haberse producido, los dos grandes bancos españoles (Santander y BBVA) y la primera caja (La Caixa) hubieran sufrido mucho más. En sus respuestas a los miembros de la comisión de investigación de la crisis financiera y económica, explicó que la reestructuración del sector financiero español se hizo bien, sin afectar a las grandes entidades y justificó que el Banco de España actuó siempre de forma “suave” y “sin alarmar”. También quiso destacar la importancia que tuvo en la crisis la gran cantidad de beneficios que tenía la banca, que les permitió utilizar una parte para dotar más provisiones y constituyó una auténtica “línea de resistencia” y evitó quiebras.
También quiso desmentir que recibiera en ningún momento presiones políticas de ningún tipo, y explicó que “quien esté en un órgano independiente no debe pertenecer a un partido”. En este sentido, desmintió las afirmaciones de uno de los diputados que le acusó de ser el primer gobernador del Banco de España con carné de un partido, y aseguró que se dio de baja del PSOE en 2000. - Efe/E.P.