vitoria - Las instituciones de la CAV confirmaron ayer que 2017 es un año de récord para la recaudación de las tres haciendas. La previsión para el cierre del ejercicio trazada en el Consejo Vasco de Finanzas (CVF) de ayer es de 14.367 millones de euros, una cifra inflada eso sí por los ajustes en el IVA incluidos en los últimos acuerdos con el Estado. Contando con ese dinero de carácter excepcional el incremento de la recaudación es del 11% y sin esa inyección extra la mejoría queda en el 4,7%. En este ritmo de entre el 4 y el 5%, “coherente con la evolución de la economía”, según el Gobierno Vasco, volverá a manejarse la recaudación el año que viene. Aun así, el buen momento que viven las arcas públicas deja todavía poco margen “para alegrías” en los próximos Presupuestos.

El optimismo y la cautela marcaron ayer el mensaje de las instituciones. La recaudación va bien y las perspectivas son buenas pero la deuda y los objetivos de déficit aprietan. Por ello, para poder volver a activar la maquinaria de la inversión pública y asegurar la cobertura social necesaria a medio plazo hace falta un nivel de ingresos aun más sólido. Fue Unai Rementeria, diputado general de Bizkaia, quien hizo ayer hincapié en la necesidad de que el crecimiento económico se traslade a los sueldos para que estos a su vez puedan dar mejor soporte a los ingresos públicos. “Toca mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores. Eso va a venir bien a la recaudación”, incidió Rementeria en la misma dirección en que se viene apuntando desde el ámbito institucional vasco desde hace meses.

El debate, en el que la patronal sigue defendiendo que no todas las empresas pueden hacer frente a subidas salariales importantes, seguirá abierto. Los salarios dependen de la negociación colectiva y ahí ni las reformas laborales ni el clima entre empresarios y sindicatos favorece una recuperación. Pese a todo los ingresos por IRPF siguen subiendo, hasta un 6% en el caso de Araba como destacó su diputado general, Ramiro González, empujados por el aumento del número de ocupados. Es una de las claves que explica el buen comportamiento de la recaudación este año, en el que se dejan atrás las dudas que se generaron en 2016.

En el CVF de ayer se fijó una cifra de ingresos final por tributos concertados de 14.367,7 millones de euros -5.943 millones de IVA, 5.073 de IRPF, 1.438 de Impuestos Especiales, 1.142 por Impuesto de Sociedades y 770 del resto de tributos- cuando la previsión era de 13.498 millones, lo que suponen 870 millones más de lo previsto de los que dos terceras partes corresponden a lo obtenido por los ajustes del IVA pactados con Madrid en primavera en la Comisión Mixta del Concierto Económico.

Esos acuerdos han contribuido a engordar las arcas vascas de manera excepcional empujando la cifra final a valores históricos, aunque sin los efectos del pacto con el Estado la evolución sigue siendo muy buena. De hecho, sin contar con ese dinero extra el nivel de ingresos prácticamente queda al mismo nivel que en 2007, el último año sin los efectos de la crisis.

mantener el ritmo La previsión que trazaron ayer Gobierno y diputaciones es poder repetir el incremento de los ingresos de este año descontando el efecto de los acuerdos con Madrid, es decir, la mejoría vinculada solo al aumento de la actividad económica. Ello supondría moverse en el entorno el 4,5% de subida y consolidar definitivamente el colchón de los 14.000 millones de euros.

Un avance “coherente con el crecimiento de la economía”, como indicó ayer el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, que avanzó que el escenario apunta a que el Gobierno Vasco podrá incluir en sus Presupuestos del próximo ejercicio inversiones que hasta ahora no ha podido acometer. Eso sí, Azpiazu volvió a huir de triunfalismos y reiteró que el margen obtenido con la mejora de la recaudación no permite hablar de Cuentas expansivas. En ese sentido, el proyecto de Presupuestos de 2018 que se presentará el día 24 no incluirá sorpresas, adelantó el consejero, que recordó los estrechos márgenes para el gasto que impone Europa. Como ya ha afirmado en otras ocasiones, los compromisos contraídos con Bruselas siguen sin dejar espacio “para demasiadas alegrías” a la hora de gastar.

Hay otros elementos que obligan a ser cautos, como los cambios societarios activados por Mercedes que ponen en riesgo unos 200 millones en la recaudación de Araba. Parece encarrilado un acuerdo con el Gobierno español para solventar el problema y los cálculos se han hecho contando con ese dinero, pero la solución no se ha cerrado. Sobre los cambios en el Impuesto de Sociedades que negocian PNV y PSE, los responsables institucionales mostraron una imagen de sintonía y se limitaron a insistir en que se darán a conocer muy pronto.